Cuando somos personas adultas mayores algunas cosas parecen pesar demasiado, otras ya no pueden abrirse y unas más se nos caen sin razón obvia. Esto se debe a que las manos se van debilitando, pero la buena noticia es que se pueden fortalecer con unos ejercicios fáciles y hasta divertidos.
Las articulaciones se van haciendo rígidas ya sea por alguna patología o por la edad, con lo cual las personas van perdiendo movilidad. Entre las rutinas de ejercicios que se recomiendan para comenzar a quitar la rigidez de las articulaciones están caminar, andar en bicicleta y nadar.
La sarcopenia es la pérdida de masa muscular que se da de forma gradual a partir de los 30 años, y el proceso se acelera a partir de los 60 años. La actividad física cotidiana y una vida activa pueden ralentizar la aparición de este problema.
Muchas personas adultas mayores dejan de caminar por diferentes razones; el problema es que entre menos se camina, más riesgo de que la forma de caminar y la marcha se realicen con menor precisión, y de que ello desemboque en tropiezos o hasta caídas.
Si bien muchas enfermedades se relacionan o resultan en dolor de espalda, éste puede eliminarse, prevenirse o reducirse casi en su totalidad sin intervenciones médicas.
La diabetes y el ejercicio plantean desafíos únicos. Para hacer ejercicio de manera segura, se necesita hacer un seguimiento del nivel de azúcar en la sangre antes, durante y después de la actividad física. Esto mostrará cómo responde su cuerpo al ejercicio, lo que puede ayudar a prevenir fluctuaciones potencialmente peligrosas del azúcar en la sangre.
El ejercicio regular siempre ayuda a mantener la presión a raya, pero no todos los ejercicios son para todas las personas. De manera moderada, y consultando previamente a su médico, se aconseja nadar, bailar, trotar y caminar diariamente, o por lo menos cinco días a la semana.
Vale la pena consultar con una persona profesional de la fisioterapia, en combinación con el paciente específico, qué movimientos puede realizar la persona que padece Alzheimer, y en función de éstos, ponerse a hacerlos desparpajadamente, sin lastimarse, calentando previamente, pero con música de fondo, de tal manera que haya entusiasmo, alegría, libertad.
La coordinación es una de las capacidades que más se deteriora con el envejecimiento, y ello impide que vivamos con normalidad nuestro día a día. Por fortuna, puede ser entrenada mediante la estimulación cognitiva.
Recuperar el balance y el equilibro es sencillo, práctico y, si se ejercita de manera segura, muy conveniente para toda persona adulta mayor.
Fortalecer y tonificar las piernas no tiene por qué significar un trabajo físico exhaustivo. A veces, cuando se está en posibilidades, con solo caminar todos los días a cierto ritmo durante media hora podemos asegurar tener una movilidad y fortaleza óptimas.
Lo más importante de todas las rutinas para bajar de peso es que se hagan con gusto, de manera divertida, sin riesgos para la salud, hidratándose lo suficiente y con una dieta que acompañe el desgaste.
¿Quién dijo que no se pueden hacer estiramientos en silla? A toda persona adulta mayor que le interese hacer ejercicios en silla, le podemos decir que hay muchos ejercicios que le ayudarán a mejorar su salud cardiovascular, y aquí se los mostramos.
Hay una gran diversidad de ejercicios accesibles, fáciles y prácticos que pueden aliviar mucho el dolor de cuello y hombros, y cuya práctica nos evita esas contracturas, irritaciones e inflamaciones.
Fortalecer los tobillos aporta mayor equilibrio, mejor circulación, la posibilidad de reaccionar a tiempo, resistencia, movilidad articular y prevención de atrofia muscular.
El dolor ocasionado por las hernias lumbares puede distinguirse si, además de en esa zona, hay dolor en los glúteos, el muslo, la pantorrilla o parte del pie. Si la hernia de disco está en el cuello, se siente más dolor en el hombro y el brazo.
Los molestos juanetes se forman en los pies cuando el dedo gordo apunta hacia el segundo dedo. Esto causa la aparición de una protuberancia en el borde externo que ocasiona problemas para caminar y conseguir calzado cómodo. No obstante, algunos ejercicios pueden ser muy útiles para aliviar o incluso reducir totalmente los juanetes.
Las y los flamantes deportistas que representan a México en las competencias paralímpicas nos dan, con toda claridad, la lección cotidiana de que se puede hacer ejercicio desde una silla normal y, por supuesto, desde una silla de ruedas.
Estirarnos, relajarnos, mantener algunas respiraciones rítmicas e ir sintiendo el cuerpo y desalojando los puntos de tensión, es magnífico para poder conciliar un sueño realmente restaurador.
Los ejercicios para mejorar flexibilidad y elasticidad son diversos, sin embargo, hay que ser cuidadosos y hacer solamente los que se adecuen a nuestra capacidad y fisiología, sobre todo al principio, además de a nuestra edad.