Muchas personas adultas mayores comienzan a dejar de caminar por diferentes razones: porque hay dolor, porque no se hace ejercicio, porque tienen temor a caerse, porque no les parece seguro. El problema es que entre menos se camina, más riesgo de que la forma de caminar y la marcha se realicen con menor precisión y, efectivamente, desemboque en tropiezos o hasta caídas.

Caminar bien, tener una marcha adecuada, implica fortaleza, equilibrio, elasticidad y condición.

Poco a poco, mediante ejercicios sencillos, se pueden ir reforzando esas cualidades. Entre los ejercicios más comunes, recomendables, está el caminar sobre superficies seguras, planas y con la mejor postura posible; otra más está en intentar seguir alguna raya o marca, como si se fuera un equilibrista, pero sobre un piso seguro y en un lugar en el que difícilmente se puedan caer las personas.

Para quienes quieren comenzar a practicar una mejor marcha, vale la pena trabajar en flexiones de cadera[1]. También debe de ejercitarse el reaprender a caminar con el balance de contrarios entre pie y hombro; si va el pie derecho adelante el hombro izquierdo atrás y viceversa; esto se puede trabajar como se indica en este video, y sirve para recuperar la confianza: https://www.youtube.com/watch?v=4QBGCDzHlQ8

Como un juego infantil, el juego de gallo-gallina, un pie delante de otro, se puede practicar equilibrio. Finalmente, para poder mejorar la marcha, se debe de recordar que hay que trabajar también en la fuerza de los músculos y las articulaciones.

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.


[1] https://www.youtube.com/watch?v=4QBGCDzHlQ8

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