Las personas adultas mayores seguimos construyendo nuestros países. No borre nuestras historias, reconózcalas.
Las ideas han cambiado y hoy sabemos que, para tener calidad de vida en nuestra vejez, las relaciones con otras personas son necesarias.
Podemos influir en la forma en cómo envejecemos, mantenernos activos física, mental y emocionalmente augura una vejez con calidad de vida.
Muchas de nuestras melodías o canciones favoritas, además de producirnos placer, están archivadas con una buena dosis de recuerdos, lo que las hace importantes e influyentes en nuestra vida y estados de ánimo.
Escribir es liberador, terapéutico. Y cuando tenemos más de 60 años escribir nos estimula la memoria, crece nuestra capacidad neuronal y la de solucionar problemas. Escribir puede incluso liberarnos de algunas obsesiones.
Las caídas no forman parte del proceso normal de envejecimiento. Por eso hoy queremos sugerirle que antes de padecerlas, tome algunas medidas para evitarlas, sobre todo en casa.
El miedo es una emoción natural, todos los seres lo experimentamos, pero no debemos de permitir que se adueñe de nuestra vida. El problema no está en cuidarse, sino en creer que fuera de casa estoy totalmente vulnerable.
Si la persona mayor es funcional, si puede hacerse cargo de ella misma, si puede ir a comprar alimentos, medicinas, y si se relaciona socialmente, no podemos tomar decisión alguna por ella, ni mucho menos sobre su vida.
“Tengo miedo a jubilarme”. Transformemos esas ideas preconcebidas, pues la vida continúa después de la jubilación con otros ritmos, otras experiencias, pero la vida sigue.
Desterremos del inconsciente colectivo esas falsas creencias que hacen ver a la vejez como un periodo de dependencia y apatía. Cada uno, con sus capacidades y a la edad que sea, puede seguir construyendo este país.
No quería dejar de compartir con ustedes este mensaje que nos llena de emoción y nos motiva para que nuestro compromiso continúe.
Todos hemos sabido de personas que se han quedado varias horas y hasta días tiradas por alguna caída o desmayo, por eso importante hace una ficha con nuestros datos esenciales.
Con la edad, la sensación de sed va disminuyendo casi sin sentirlo. Sin embargo, muchos de nuestros malestares pueden desaparecer si tomamos agua todos los días, aunque no tengamos sed.
En esta cápsula, Patricia responde a la siguiente pregunta del público: “¿Cómo ayudar a una persona que no quiere hacer nada por ella misma?”
Aunque una persona viva sola, si mantiene sus contactos afectivos muy probablemente no tenga complicaciones. Sin embargo, el aislamiento y la falta de contacto social en su totalidad nos vuelve muy vulnerables tanto emocional como físicamente.
El envejecimiento es parte de la vida, pero justo por la percepción negativa se han creado una serie de estereotipos y falsas creencias que nos distorsionan y devalúan a las personas mayores. Y nos sentimos mal, y afecta nuestra autoestima y nuestra salud emocional.
¿Le gustaría escribir sobre la violencia y el maltrato contra las personas mayores, y que además le publicaran su escrito? La revista Geronte, especializada en temas de vejez y envejecimiento, ha lanzado una convocatoria invitándonos a escribir sobre estos temas.
Nuestra autoestima también se manifiesta en estos casos: “No merezco”. No merezco ayuda, no merezco estar bien, y así normalizamos el automaltrato y algo más complejo, la victimización.
Las articulaciones, los músculos y hasta el cerebro invitan al movimiento. Si no nos movemos aparecen dificultades en nuestra circulación, se agravan los padecimientos del corazón y hasta la digestión tiene problemas.
A pesar del encierro limitante y obligado que nos ha afectado tanto a todos, las personas mayores tenemos derecho a la salud mental y a ser asistidos para lograrlo.