Qué importante es llegar a la vejez conociendo nuestras fortalezas, que las tenemos; nuestros talentos, que los hemos ejercido; nuestras flaquezas, que nunca nos han abandonado. Reflexionar sobre esto, identificar cada parte de mi valioso ser nos empodera, nos permite mirar a la vejez, nuestra vejez, desde otros ángulos. Porque siempre tenemos luces y sombras, nuestro lado A y nuestro lado B.

Sin embargo, algunas personas, sobre todo mujeres, nos sentimos muy amenazadas con la sola idea de envejecer. Muchas viven la menopausia como una tragedia que anuncia la llegada irremediable de la vejez y se olvidan de todo lo positivo que ha tenido su vida. Gastamos tanta energía en parecer jóvenes, en disfrazarnos de jóvenes. Y a pesar de las numerosas investigaciones y experimentos nadie ha podido detener el envejecimiento, ese proceso de desgaste lento, constante y natural de nuestro ser integral.

Podemos influir en la forma en cómo envejecemos, mantenernos activos física, mental y emocionalmente augura una vejez con calidad de vida. Las relaciones saludables también son un factor para tomar en cuenta, recuerde que hay amores que matan, real y simbólicamente.

Así, reconocer nuestra historia, reconocer todos nuestros esfuerzos por lograr nuestras metas alimenta nuestra autoestima y nos hace sentir fuertes en esta etapa tan importante de la vida, nuestra vejez.

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