Algunos estudiosos afirman que mirar la vejez con optimismo nos aporta siete años más de vida, ¿será?
Celebremos que muchas de las personalidades incluidas en nuestra sección La entrevista, han sido reconocidas por su trabajo.
‘Vejez’ no es sinónimo de ‘enfermedad’. Nos enfermamos, cierto, pero hoy conocemos muchos recursos que prolongarán nuestro buen estado de salud si dejamos de lado el viejismo, el pesimismo y la falta de información.
Los alimentos adulterados, los ultraprocesados, los que llevan muchos conservadores o colores artificiales, exceso de edulcorantes, entre muchas otras cosas, son un riesgo para nuestra salud.
Ser una persona zurda no es un defecto: es otra forma de vivir como ser humano, y una muestra de nuestra amplísima diversidad.
¡Qué trabajo cuesta pensar en uno! Sobre todo si muchas mujeres fuimos educadas para no pensar en nosotras: “¡no seas egoísta!”. Pero, ¡los tiempos han cambiado!
Para ustedes: ¿cuáles son las principales aportaciones de las personas mayores en su ciudad o en su familia? Compártanlas con nosotros…
El buen trato no es sólo evitar el maltrato: es sumar un poquito más de amabilidad, de respeto, más consideración. Compasión, dirían mis amigos budistas.
Hoy, afortunadamente, gracias a los avances médicos y a la información que circunda al mundo del deporte, son más las personas mayores que gozan de las bondades del ejercicio y de sus grandes satisfacciones.
Según los datos más recientes del INEGI, son 68 lenguas indígenas las que hay en México. ¿Y cuántas de esas conocemos?
El 25 de junio es el Día Mundial de la Diversidad Sexual, que se conmemora para reivindicar los derechos de todas las personas. La diversidad nos enriquece como humanidad.
Mejorar el sabor de nuestros alimentos se debe de hacer sin que se ponga en riesgo nuestro corazón ni nuestro estómago.
La curiosidad es sinónimo de exploración, innovación, mejora, crecimiento. Esa curiosidad es un buen motor de vida que busca nuevas ideas, nuevas experiencias.
No normalicemos el sangrado e inflamación de las encías, ni tampoco los dientes flojos. No es por la edad, ni “es que eso nos pasa a los viejos”: busquemos ayuda.
Adaptarnos tiene que ver con familiarizarnos, ambientarnos a situaciones que son irreversibles. Implica que participamos de manera activa en ese proceso. Se trata de adaptarnos, no resignarnos.
Ríase todo lo que pueda, sola o en compañía, ya sea viendo una película o una serie, o en cualquier otra actividad, ¡disfrute la vida! La risa es sanadora y contagiosa.
Aquí en corto, les digo: cuerpo y mente en buenas condiciones mejoran nuestra autoestima como personas mayores.
Elija un lugar cómodo, con buena iluminación, tome una buena taza de té o de café, y lea todo lo que a usted le guste. Recuerde que leer es un placer, no se prive de ello.
Una noticia reciente nos llena de alegría y nos invita a la reflexión: dos mil jubiladas suizas hicieron una denuncia contra su país, en donde sostienen que “la inacción de su gobierno contra el cambio climático debe considerarse una vulneración a sus derechos humanos”…
El hecho que las mujeres terminemos con nuestro ciclo reproductivo no significa que ya no necesitemos ni merezcamos calidad en los servicios de salud.