Mantener una buena postura es el principio para que los hombros no nos duelan. También son importantes ejercicios específicos con ligas: con brazos rectos abrimos y cerramos, siempre sin forzar, hasta donde podamos y de preferencia bajo supervisión profesional.
Es importante que las personas que utilizan andadera realicen ejercicios para mantener su cuerpo en las mejores condiciones posibles, de forma cotidiana y supervisadas por una persona profesional de la rehabilitación, o por su médica o médico de cabecera.
La función específica de la rodilla es soportar la mayor parte del peso del cuerpo cuando la persona está de pie, y el principal movimiento que realiza es la flexoextensión, aunque también puede rotar ligeramente cuando está flexionada.
El sistema esclavista en Cuba permitió a los africanos conservar algunas de sus costumbres, tradiciones y modo de vida, principalmente los toques de los tambores y sus cantos religiosos, y entre ellos se encuentra como legado el son cubano.
Lo primero es detectar de dónde viene el dolor y qué lo está provocando. Una vez que la o el médico haya dado su diagnóstico y recomendaciones, es importante practicar, bajo la guía del profesional en rehabilitación física ejercicios para fortalecer la zona y la musculatura adyacente, e ir aliviando el dolor.
Algunas de las sugerencias para evitar caídas, caminar de manera más firme y sentirnos más estables incluyen fortalecer los músculos de las piernas, hacer ejercicios de equilibrio y balance, mantener el cuerpo con flexibilidad y elasticidad, y, especialmente para personas adultas mayores: tener fuerza en los tobillos.
Es muy importante calentar antes de comenzar a bailar o de practicar cualquier tipo de ejercicio. Estirar todos nuestros músculos despacio, respirando, sin lastimar, sintiendo cada parte de nuestros pies, piernas, brazos, manos, cuello, cara, torso, etcétera, es fundamental para no lastimarnos y rendir bien al bailar.
La clave es no dejar que el cuerpo pase demasiado tiempo sin estirarse o en una sola posición, y hacer conciencia de todas las partes del cuerpo que puedan ser estiradas: brazos, piernas, dedos, manos, pies, y todo lo que podamos sentir que no está contraído, sino estirado.
Los ejercicios para mejorar flexibilidad y elasticidad son diversos, sin embargo, hay que ser cuidadosos y hacer solamente los que se adecuen a nuestra capacidad y fisiología, sobre todo al principio, además de a nuestra edad.
Las muñecas suelen ser una parte de la mano que no trabajamos al hacer ejercicio, sin embargo, mantenerlas en forma puede reducir las posibilidades de lesiones, fracturas o lastimaduras más severas.
La flexibilidad física es la capacidad de movimiento de las articulaciones, y la elasticidad es la capacidad que le permite a los tendones, músculos, ligamentos, etcétera, adaptarse a estos movimientos.
Una mayor flexibilidad brinda una postura adecuada, mayor movilidad e independencia. Con realizar ejercicios de flexibilidad dos o tres veces a la semana, a los dos meses y medio puede sentirse más movilidad en la columna, un caminar más estable y flexibilidad en rodillas.