Todas las personas adultas mayores tienen todos los derechos humanos y los pueden y deben de ejercer. El decálogo de los derechos humanos de este grupo etario está explicado en la página del INAPAM, pues la causa principal de la vulneración de los derechos humanos es, justamente, el desconocerlos.
Entre las recomendaciones médicas para manejar dolores crónicos, están: pertenecer a un grupo de apoyo y ayuda; consultar con especialistas del dolor; tener pensamientos muy positivos y optimistas, y alejar el dolor de la mente, participando en actividades agradables y distractoras.
Cuando se habla de salud, la prevención es fundamental porque arroja algo de control sobre nuestras propias vidas, sobre la salud de nuestros organismos. Mediante la prevención se pueden reducir los factores de riesgo, detener el avance de una enfermedad y atenuar sus consecuencias.
En nuestro país, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores fue publicada el 25 de junio de 2002, la cual ha contribuido en la construcción de un marco jurídico general que es muy importante conocer para poder ejercer dichos derechos.
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Muchas personas adultas mayores dejan de caminar por diferentes razones; el problema es que entre menos se camina, más riesgo de que la forma de caminar y la marcha se realicen con menor precisión, y de que ello desemboque en tropiezos o hasta caídas.
Hace tres años nació Aprender a Envejecer, revista dedicada a transformar los prejuicios que se tradujeron en maltrato, desempleo, enfermedad, miedo y autoabandono. Por fortuna, los avances científicos, sociales y las nuevas generaciones que llegan a la mayoría vital, han empezado a cambiar el concepto de raíz y a valorar la experiencia que se puede aprovechar al llegar a esta edad.
Domingo 2 de octubre de 2022 Este domingo 2 de octubre celebramos tres años de haber comenzado un proyecto que puede ser apreciado por absolutamente todas las personas,…