Es crucial recordar que es mejor prevenir que lamentar, y que resulta más sencillo recuperar documentos que han sido fotografiados, almacenados en una memoria USB o guardados como copias en el domicilio de una persona de confianza, lo cual facilita a las autoridades localizar los originales.
En caso de que las y los servidores públicos no sean respetuosos, atentos y no procedan a proporcionar el servicio público requerido, el que les corresponda, es necesario que la ciudadanía interponga una denuncia o queja.
Entre las cosas que vale la pena pensar antes de hacer el testamento es quiénes serán nuestros herederos y sus posibles sustitutos en caso de que ellos no estén, y quién será el albacea.
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores especifica, en su artículo 3, que toda persona con 60 años de edad o más debe ser considerada persona mayor y gozar de calidad de vida sin violencia ni discriminación, además de “recibir un trato digno y apropiado en cualquier procedimiento judicial”.
Las personas adultas mayores tienen derecho a contar con las condiciones que garanticen su movilidad, como aceras y accesos diseñados específicamente para ellos.
Dejar hecho un testamento evita trámites, gastos y molestias innecesarias a los herederos de una persona. Es un tema para tener en cuenta a todas las edades, pero especialmente en la vejez.
Muchas personas tienen relaciones que no están documentadas bajo el contrato civil del matrimonio deliberadamente. Esto ocurre por muchas razones, lo importante es saber qué derechos se tienen cuando se está en una situación de contar con una pareja y no existe esa situación civil registrada jurídicamente.
En México existe una Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, publicada en 2002, que establece todo lo que debe de ser absolutamente respetado en este grupo etario. El Instituto Nacional para las Personas Adultas Mayores también ha puesto a disposición un decálogo en línea.
Se deben de tener mínimo 65 años de edad y haber cotizado durante, por lo menos, 25 años, para solicitar una pensión por cesantía y vejez en el ISSSTE.
Las personas adultas mayores, debido a que en ocasiones ven disminuida su salud física o intelectual, constituyen un grupo etario especialmente vulnerable en términos de sus derechos humanos, y esto es algo que todos podemos contribuir a evitar.
Hay diversas razones que motivan a las personas adultas mayores a tomar la decisión de divorciarse, y muchas de ellas son resultado de una profunda reflexión y el deseo de vivir el resto de su vida de manera más libre y alegre.
Para abordar el presente, la enfermedad, los duelos y las nostalgias que naturalmente pueden surgir al llegar a edades adultas, el arte, la cultura y la creación resultan herramientas indispensables y muy eficaces para reconstruir los momentos aquí y ahora, y para deconstruir el pasado a través de la imaginación, la estética y la creatividad.
Los matrimonios de personas adultas mayores pueden dedicarse con mayor conciencia y plenitud a disfrutar las diferencias entre cada uno; a acompañarse y apoyarse en las etapas más difíciles de la vida, a cuidarse mutuamente.
A las personas les hace sentido pensar en fronteras, en espacios privados en el planeta, sin embargo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos asienta que toda persona tiene derecho a salir libremente de cualquier país, inclusive del propio.
Cuando se considere que se ha cometido una negligencia médica es importante acudir a las autoridades hospitalarias, e incluso a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED).
Las personas adultas mayores son especialmente vulnerables a que se trasgredan sus derechos humanos. Por ello, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores ampara a todas las mexicanas y los mexicanos adultos mayores, en sus derechos humanos, desde el año 2002.
Con este esquema se cuenta con servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos y atención obstétrica; se atajan incapacidades; se puede tener pensión por invalidez y vida; se obtiene un fondo para el retiro, así como prestaciones sociales para velatorios y guarderías.
Las personas adultas mayores pueden tener dificultades para acceder al sistema de justicia por estar enfermas; por desconocer cómo deben de iniciar ciertos procesos; por ignorar sus derechos humanos, o por falta de autonomía o movilidad. Recordemos que las personas adultas mayores estamos amparadas por la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, que existe desde el año 2002.
Entre los consejos básicos legales que le recomendamos tomar en cuenta para ahorrarse contratiempos, demandas y corajes, están los siguientes:
En caso de querer realizar una denuncia porque no hemos sido atendidas o atendidos de manera adecuada por un servidor público, quien está dedicado a la atención de la gente, se debe de realizar ante los órganos de control de las diversas dependencias.