Jorge Prior nació en 1951, y ha sido reconocido como integrante profesional del universo fílmico en México.
Mario Luna es profesor desde hace 38 años en el CUEC, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, de la UNAM, y la docencia es una de sus más grandes fortunas, según ha dicho.
Shyfter es una entrañable y talentosa directora y hacedora de cine y documentales cuya obra más reconocida, a finales del siglo pasado, fue el largometraje “Novia que te vea”, y cuenta con una larga y rica trayectoria de títulos de su autoría.
Carolina Kerlow avanza siempre en dos frentes. Y es que se trata de una mexicana talentosa dedicada a las artes visuales, a la pintura y a la realización.
Uruguayo de nacimiento y mexicano desde su llegada a nuestro país en los años setenta, Carro comenzó su carrera en la Filmoteca de la UNAM, y desde el 2007 hasta la fecha ha ocupado diversos cargos en la Cineteca Nacional, siendo hoy el responsable de la programación.
Su talento como directora de cine y profesora de esta materia es sólo una de las tantas cualidades de esta mexicana. Con ella, el cine feminista se abrió brecha entre la filmografía de renombre internacional.
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Ana Cruz es una muy querida integrante del universo fílmico mexicano. Licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, estudió cine en la Universidad de Southern California en Los Ángeles y es egresada de la BBC de Londres.
Gran maestra de la producción del relato audiovisual, Patricia Coronado es una piedra angular para el cine mexicano. Ha visto hacer cine y producciones audiovisuales a varias generaciones, y ha enseñado a decenas de alumnas y alumnos a trabajar con pasión, bajo una mirada artesanal.
Sergio Olhovich, uno de los cineastas más talentosos de nuestro país, se formó en las filas de la filmografía soviética de referencia, además de en México, París y en la propia URSS.
Durán es una de las personalidades clave en la historia del cine mexicano reciente. Productor de varias películas y cortometrajes, su narrativa y agudo análisis de eventos y obras cinematográficas son sellos distintivos de una pasión por este arte y su relación con la cultura mexicana.
Con más de cuarenta años de trabajo ininterrumpido, la labor como documentalista de Maricarmen de Lara se dio a conocer nacional e internacionalmente con No les pedimos un viaje a la luna, sobre las costureras que murieron durante el sismo de 1985.