De niñas y niños nuestro primer encuentro con el baile flamenco significaba ver a una mujer con un vestido largo y rojo con lunares blancos, con tacones escandalosos, hacer muecas pronunciadas, mover hacia arriba las manos como abanicos y zapatear apasionadamente, como hablando fuertemente con el cuerpo. Al mismo tiempo, acompañándola, por lo menos había uno o dos músicos, alguno de los cuales llevaba el ritmo con las palmas y cantaba como con tristeza, piezas largas, cuyas vocales no se pronunciaban con precisión.

Esa estampa se debe a que el flamenco es un baile que surge como superación corporal, artística, para el dolor, la pena y el tránsito emocional.

Aunque no es suave con las caderas, el baile flamenco es altamente recomendable para desahogarnos, para mejorar la coordinación corporal, mantener el equilibrio y el balance, divertirnos, socializar y hacer ejercicio, desde luego. Hay quien incluso se concentra tanto en la música, en los movimientos y en el ritmo, que logra utilizar el baile flamenco como una terapia.

El ejercicio o la práctica de este baile puede comenzarse suavemente, de acuerdo con las capacidades y posibilidades de cada quien, al ritmo de una música de este género.

La siguiente descripción nos da cuenta de cómo se ven y sienten los bailaores de flamenco, que así se les llama[1]:

…Normalmente, en una actuación, el bailaor/a o bailarín/a, queda inmóvil durante los primeros instantes que suena la melodía. Va absorbiendo el rasgueo de la guitarra, las palmas y el cante, hasta que le llega el golpe inspirador. Él o ella, lanzará entonces un apasionado baile flamenco, acorde con la canción. Incluso podemos llegar a ver expresiones faciales del mismo bailaor/a durante la actuación.

El papel del bailaor es, esencialmente, el de interpretar mediante el baile la letra de la canción. Realiza movimientos suaves y elegantes de brazo, que contrastan con golpes vibrantes de los pies, chocando fuertemente contra el suelo. Los dúos, que son normalmente compuestos por un hombre y una mujer, suelen ser bailes más intensos. Los bailaores, en este caso, se mantienen en una mirada fija, constante, y agresiva. El resultado es una competición de pasión entre los dos…

Contactos:

Alejandra Fajardo 

Maestra de la Academia Aljamia Flamenco

Candy Gress y José Luis Silva

Bailaora y Bailaor

Lucio Rodríguez 

Guitarrista y cantante

Correo electrónico: aljamia.flamenco@gmail.com

Correo electrónico: ellaflamenco2020@gmail.com

Facebook: Aljamia Flamenco

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[1] https://flamenco.one/es/el-flamenco/introduccion/el-baile/

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