Ya se ha comentado en nuestros espacios, tanto en el programa, el micrositio y el blog de Aprender a Envejecer, sobre los beneficios que conlleva el ayuno intermitente. También se ha dicho que, si bien se ha puesto de moda, es de lo más pertinente no llevarlo a cabo si no es con la guía cercana de una persona profesional de la nutrición o medicina general.
Las dietas son quizá una de las formas más eficientes para depurar y mejorar nuestra salud, a la vez que son también una de las mayores amenazas para provocar exactamente lo contrario: enfermedad física y mental. De hecho, los trastornos de la conducta alimentaria van de la mano con distintos tipos de ayunos y dietas, las cuales no ocasionan mejora, sino que empeoran los síntomas.
Hacer un ayuno intermitente es más aconsejable para personas que estén en perfecto estado de salud y quisieran, tuteladas por una persona especialista en nutrición, bajar un poco de peso o desintoxicarse poco a poco.
De acuerdo con los especialistas, de no realizarse el ayuno intermitente con aprobación y supervisión médica profesional, puede ocurrir lo siguiente[1]:
… llegar a producir algunos déficits nutricionales (especialmente de vitaminas y minerales) al omitir ingestas sin reajustar adecuadamente el aporte de nutrientes a lo largo del día […] puede producir otros efectos negativos en la salud, como dolores de cabeza, mareos, irritabilidad y ansiedad, dificultad de concentración, trastornos del sueño, deshidratación e hipoglucemias…
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
[1] https://www.clinicacta.com/ayuno-intermitente-beneficios-y-perjuicios/
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