📌 Con la edad perdemos microbiota, pero es posible recuperarla.
Para hablar de la microbiota intestinal, es importante reconocer que el sistema digestivo —donde esta habita— ha sido catalogado como un “segundo cerebro”. Desde ahí se absorben, distribuyen o desechan los nutrientes que requerimos para vivir y mantenernos saludables.
Con el envejecimiento, el intestino pierde eficiencia en su funcionamiento, lo cual puede deberse a diversos factores, como la salud general, la genética, el estilo de vida y los hábitos alimenticios de cada persona.
La microbiota es el conjunto de millones de bacterias benéficas que viven en distintas partes del cuerpo, especialmente en el sistema digestivo, desde la boca hasta el ano. Estas bacterias colaboran en procesos clave como la absorción de nutrientes, la producción de secreciones y la neurotransmisión.
Cuando la microbiota disminuye o se desequilibra, pueden aparecer trastornos digestivos y otros problemas de salud. Por ello, se ha vuelto común el uso de suplementos probióticos, aunque no son la única solución.
Para ayudar a restaurar y mantener una microbiota saludable es recomendable:
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Dormir bien y reducir el estrés,
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Llevar una alimentación balanceada y rica en fibra,
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Incluir alimentos fermentados (como el yogur, el kéfir o el chucrut),
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Evitar los productos ultraprocesados, altos en grasas y azúcares,
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Hacer ejercicio de forma regular,
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Comer despacio, sin tensiones, y masticar bien cada bocado.
Estos hábitos ayudan a mantener una microbiota equilibrada, lo cual repercute positivamente en nuestra salud general, especialmente en la etapa adulta mayor.
🩺 NOTA IMPORTANTE: Aunque Aprender a Envejecer proporciona información basada en fuentes confiables, siempre recomendamos consultar con su médica o médico de cabecera antes de tomar decisiones sobre su salud. Evite automedicarse.
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Ana Isabel Burguete
Doctora en Epidemiología
Microbiota intestinal en personas mayores
Correo | Ana Isabel Burguete
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