“Si pusiéramos solución a la situación nacional de los campesinos, nos vamos para arriba, sería tan importante hacer esto como el petróleo”[1], decía Olivia Revueltas Peralta en un homenaje a su padre, José Revueltas, en 2014. También afirmaba que se había tratado de esconder la figura del escritor a causa de sus ideales y pensamiento.
La pianista, precursora del jazz en México, es una de las cuatro hijas del primer matrimonio de José Revueltas, revolucionario y político, autor de El luto humano y Dormir en tierra. El papá se refería a Olivia como “compañera” y las historias que ella narra, tanto musicalmente como de manera oral, la hicieron parte fundamental creativa del espectro cultural mexicano.
Fallecida este pasado viernes, Olivia Revueltas merece un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, quien tuvo una trayectoria de gran influencia en el panorama del jazz, pues se encargó de:
“Jazz de 5 a 7 en la Casa del Lago, ciclo que duró siete años. Logró el registro sonoro de las figuras más importantes del jazz mexicano de la época, así como la huelga de hambre que realizó durante 10 días en el Zócalo capitalino, como gesto de solidaridad con campesinos indígenas a quienes se les había despojado de sus tierras. El activismo de Revueltas logró que hubiera una audiencia con el presidente Miguel de la Madrid, pero también hizo que se autoexiliara en Estados Unidos, donde residió por 25 años, hasta que en el 2013 regresó al país. También formó la primera Orquesta mexicana de jazz.
Como pianista, Revueltas se presentó en escenarios de la Universidad Nacional Autónoma de México, como la Sala Nezahualcóyotl; de la Universidad Autónoma Metropolitana y del Instituto Politécnico Nacional. “Sería casi imposible mencionar todos escenarios en donde Olivia se presentó[2].”
Olivia Revueltas declaraba su devoción por el jazz y fue de las poquísimas intérpretes que grabaron con Billy Higgins.
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[1] https://www.youtube.com/watch?v=lQkqjGsD-CE0
[2] https://bit.ly/3SKeXHM
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