La flexibilidad y el equilibrio son esenciales para tener mejor estabilidad y movernos con mayor seguridad e independencia. En otras ocasiones ya hemos dado algunos consejos para estimular y mejorar estos aspectos del cuerpo, en esta ocasión queremos insistir en por qué son importantes para la vida diaria, además de ofrecer algunos ejercicios para su entrenamiento[1]:
La pérdida de flexibilidad puede ser más que una molestia, puede convertirse en un impedimento real en nuestras actividades diarias. Los ejercicios de flexibilidad proporcionan libertad e independencia de movimiento, facilitando tareas como vestirse o cortarse las uñas de los pies. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los estiramientos deben realizarse con los músculos calientes, por lo que se recomienda incorporar 15 minutos de estiramientos al final de las sesiones de entrenamiento de fuerza o equilibrio. Es fundamental realizar cada estiramiento de 3 a 5 veces, manteniendo la posición de estiramiento durante 10 a 30 segundos y respirando profundamente para oxigenar los músculos. Los estiramientos deben realizarse lentamente y no tendrían que causar un dolor importante, a lo sumo un ligero tirón. Con el tiempo y la práctica, se ganará flexibilidad y se podrá aumentar la intensidad de los estiramientos gradualmente.
Los ejercicios de equilibrio pueden ayudarnos a prevenir caídas, por lo que actividades como caminar afianzando el talón, sostenerse sobre un pie, levantarse y sentarse en una silla sin utilizar los brazos, andar de puntillas o de talones son muy útiles para mejorar la estabilidad. Es posible aumentar la dificultad realizando ejercicios sobre superficies inestables, como una almohada o una pelota, con la ayuda de una silla o una pared para mayor seguridad. Este tipo de entrenamientos requieren de una gran activación del tronco superior, y lo más conveniente es hacerlos 2 días por semana.
Es esencial consultar cualquier rutina de ejercicios con un profesional en rehabilitación física o fisioterapia, o con un geriatra. Se recomienda comenzar suavemente y aumentar gradualmente la intensidad. Nunca se debe forzar el cuerpo ni arriesgarse a sufrir lesiones. Es importante calentar antes de los ejercicios y enfriar después, y siempre aplicar sentido común para evitar riesgos durante la rutina de ejercicio.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
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[1] https://www.65ymas.com/salud/fuerza-equilibrio-flexibilidad-3-pilares-tu-puesta-punto_15977_102.html#google_vignette
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