Lo suyo es el flamenco, y se ganó en Nueva York el mote de La Callas de la danza, por su talento y rotunda genialidad para el baile.
Jaime Blanc ha sido bailarín y coreógrafo, así como docente e investigador, durante más de 50 años. Inició sus estudios en el Seminario de Danza Contemporánea y Experimentación Coreográfica en el desaparecido Ballet Nacional de México (1972) donde fue discípulo y coetáneo de Guillermina Bravo “La Bruja”.