Las articulaciones de las rodillas nos permiten caminar, girar, voltearnos, en suma, realizar los movimientos que implican torcer el cuerpo. Son fundamentales para nuestra independencia y movilidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, tienden a desgastarse, especialmente si fueron forzadas durante la juventud.

Si ya tenemos dificultad para permanecer de pie, podemos fortalecer nuestras rodillas con algunos ejercicios sencillos que podemos realizar sentadas o sentados, preferentemente en una silla o sillón firme, que no sea demasiado hundido.

Para estos ejercicios es útil contar con:

  • Una liga de resistencia (banda elástica),

  • Una pelota de tamaño mediano, como las que se usan en ejercicios isotónicos (que ayudan a mantener la tensión muscular).

Ejercicio 1: Presión con la pelota

  1. Sentarse con la espalda lo más recta posible.

  2. Colocar la pelota debajo de un pie.

  3. Presionar la pelota con fuerza durante algunos segundos.

  4. Repetir al menos 15 veces.

  5. Cambiar de pierna y repetir el ejercicio.

Ejercicio 2: Elevación con la pelota entre las rodillas

  1. Colocar la pelota entre ambas rodillas.

  2. Levantar lentamente una pierna, manteniendo la pelota en su lugar sin que se caiga.

  3. Repetir 15 veces.

  4. Cambiar de pierna y repetir.

Ejercicio 3: Resistencia con banda elástica

  1. Colocar una liga alrededor de ambos tobillos, manteniendo las piernas separadas.

  2. Levantar lentamente un pie desde la rodilla, contra la resistencia de la liga.

  3. Repetir varias veces y luego cambiar de pierna.


Con constancia y paciencia, estos ejercicios pueden ayudarle a fortalecer las rodillas, mejorando la estabilidad y reduciendo el riesgo de caídas. Unas rodillas fuertes son clave para mantener nuestra independencia.

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