Muy cerca de la zona centro de la ciudad de Saltillo, en Coahuila, se encuentra “El Museo del Desierto”, un proyecto que difunde el origen y las características de los desiertos en el mundo, centrándose en los tres más grandes que existen en México: el chihuahuense, el sonorense y el poblano-oaxaqueño. En este espacio conviven la paleontología, la geología, la biología, la sociología, la historia y el arte.

El Museo abrió sus puertas el 27 de noviembre de 1999, y fue diseñado y construido por el arquitecto Francisco López Guerra, mientras que el concepto museográfico lo llevó a cabo Margen Rojo. Está instalado en una superficie de 12 mil 300 metros cuadrados, repartidos en cuatro pabellones, dos patios, un vestíbulo y otras áreas donde se llevan a cabo conciertos, conferencias, cursos, y talleres de paleontología, arqueología, flora y fauna.  

Su estructura permite al visitante hacer un recorrido cronológico y vivencial, mediante exhibiciones interactivas y sistemas especiales de iluminación, audio y video, y de esta forma descubrir plantas y animales autóctonos del desierto mexicano.

Los cuatro pabellones tienen denominaciones específicas que permiten comprender los diversos ecosistemas: el primero es el “El desierto y su pasado”, donde se muestran fósiles y representaciones de dinosaurios, entre ellos el feroz Tiranosaurio Rex, que mide 17 metros.

El segundo es “El hombre y el desierto”, donde se observan pinturas rupestres y herramientas utilizadas en el pasado, así como información sobre la manera de supervivencia de los nómadas que habitaron esas regiones.

También cuentan con el pabellón “Evolución y biodiversidad”, ahí se descubre la evolución de los últimos 12 mil años en especies animales, como los mamuts.

Finalmente, se encuentra “Ecosistemas: laboratorios de la vida”, en este sitio disfrutará de un jardín botánico con una gran bóveda donde se cuidan y muestran diversas especies de cactáceas.

Entre los pabellones confluyen una sala de exposiciones temporales, un vivero y un patio de lluvia en donde cae agua cada 14 minutos durante 45 segundos. Otras atracciones que ofrece el Museo es una colonia de “perritos de la pradera” vivos, así como un lagarto “Hadrosaurio” y un reptil volador “Quetzalcoatlus”, sin lugar a duda de los favoritos de los visitantes.

Coahuila posee algunos de los frutos fosilizados mejor conservados del mundo, además de organismos terrestres y marítimo, y a veces los tejidos orgánicos microscópicos sobreviven en el tiempo gracias a un proceso peculiar de fosilización poco estudiado, por ello, todo lo que se descubre en este rico Estado se puede analizar en el gran laboratorio o en las estaciones de trabajo con los que cuenta el museo.

Además, forman parte del Comité Binacional para la Recuperación de Lobo Mexicano que, junto a otras instituciones, colaboran para preservar esta especie en peligro de extinción. También están comprometidos con otros animales endémicos y suman esfuerzos para reproducir al Bisonte Americano y al Perrito de la Pradera, o bien, en colaboraciones externas para preservar al Borrego Cimarrón. 

Para hacer un recorrido virtual y poder disfrutar este museo a la distancia, puedes visitar su página de Facebook.

Pero lo mejor será vivirlo presencialmente. El museo se encuentra en el Centro Metropolitano Las Maravillas, en la ciudad de Saltillo, en el estado de Coahuila.

Abre al público de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. Las personas adultas mayores cuentan con descuento presentando su credencial del INAPAM vigente.

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