Literatura y personas mayores

La presencia de personas adultas mayores en la literatura

La literatura, escribir, requiere de dos cosas fundamentales: muchas lecturas y cantidad de experiencias.

Por ello, es de suponer que el arte de escribir lo practiquen con más calidad quienes han vivido más, quienes han vivido intensamente o quienes tengan una gran sensibilidad para captar las vivencias de otros de manera muy especial y creativa.

Además, se recomienda ampliamente a las personas adultas mayores el acto de escribir, como terapia artística y como ejercicio psicomotor: entretejer historias a partir de su imaginación y vida. Es común que las plumas más sólidas tengan más de 60 años. Aquí nombramos solamente algunas y algunos escritores adultos mayores, reconocidos y con presencia en el mundo de la literatura:

• Daniel Defoe, autor de la novela Robinson Crusoe, quien rebasaba los 60 años cuando la escribió por 1719.
• La recién fallecida en 2019 Toni Morrison, quien ganó el Premio Nobel de Literatura en 1993, mejor conocida por su novela Beloved que fue llevada al cine.
• Miguel de Cervantes Saavedra tenía 57 años cuando publicó la primera parte de El Quijote de la Mancha. Tomando en cuenta la esperanza de vida del momento, en 1605, el autor era ya bastante adulto mayor.
• Nadine Gordimer, quien a sus 68 años fue reconocida con el Nobel de Literatura en 1991  y de cuya escritura épica se dijo en la ceremonia de entrega: “ha sido de gran beneficio para la humanidad”.
• La británica Doris Lessing, autora de El cuaderno dorado (1962), la escritora con más edad que recibía el Premio Nobel, a los 88 años.

Y es que para escribir bien se necesita talento y genio, pero también mucha experiencia y mucha vida.

Anamari Gomís
Twitter: @AnamariGomis