Para las generaciones boomers (nacidas entre 1946 y 1962), la X (entre 1963 y 1977) y las generaciones anteriores, acudir o pedir apoyo emocional, psicológico o psiquiátrico no es tan normal y suele implicar todo un acontecimiento. Sin embargo, las especializaciones en apoyos y tratamientos científicos-psicológicos han evolucionado con los años y las generaciones, y en la actualidad la tanatología es mucho más socorrida que antes.
La tanatología se especializa en ayudar a las y los pacientes a encontrar[1]:
“[…] el sentido al proceso de la muerte, sus ritos y significado, concebido como disciplina profesional, que integra a la persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual para vivir en plenitud y buscar su transcendencia. También se encarga de los duelos derivados de pérdidas significativas que no tengan que ver con la muerte física o enfermos terminales.
Una definición más concreta es ‘el estudio de la vida que incluye a la muerte”. Del origen griego thanatos (muerte) y logos (estudio o tratado); por tanto, el objetivo de la tanatología es proporcionar ayuda profesional al paciente con una enfermedad en etapa terminal y a sus familias, o bien a una persona que esté viviendo algún tipo de pérdida.
Dentro del estudio de la tanatología se incluyen aspectos como:
- Ayudar a crear en las personas sistemas de creencias propios sobre la vida y la muerte, no como una fantasía o castigo, sino como la aceptación de la muerte como un proceso natural.
- Preparar a la gente para asumir cualquier tipo de pérdida.
- Educar a tratar en forma humana e inteligente a quienes están cercanos a la muerte.
- Entender la dinámica de la pena desde un punto de vista humano, donde se acentúe la importancia de las emociones.
- Uno de los puntos más importantes dentro de la tanatología es el principio de autonomía, el cual le permite al individuo tomar sus propias decisiones relacionadas con el proceso de morir o de su propia vida. La dignidad de la persona se comprende sólo a través del respecto a la libertad […]”
Morir es parte de vivir y, no obstante, en nuestra sociedad no se enseña a llegar a esta etapa acompañados ni de la mejor manera. Pero estamos a tiempo, vale la pena entrar a este tema. Además, siempre hay que recordar que la tanatología también se ocupa de apoyarnos en nuestros otros duelos en vida. Tomémoslo en cuenta.
Contacto:
Patricia Solís González
Docente del Instituto Mexicano de Tanatología
Pág. web Instituto Mexicano de Tanatología: https://tanatologia.org.mx/
Teléfono Instituto Mexicano de Tanatología: 55 55 36 00 71
Facebook: Instituto Mexicano de Tanatología A.C.
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[1] https://tanatologia.org.mx/que-es-tanatologia/
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