La columna vertebral es el eje de nuestro cuerpo, nos permite estar de pie, sentarnos, inclinarnos, girar y realizar todo tipo de actividades a lo largo de nuestra vida. Y en los adultos mayores ejercitarla y mantenerla saludable es primordial para una mayor calidad de vida.

El Centro de Rehabilitación Integral del DIF señala que para evitar lesiones en la columna durante las actividades diarias es importante poner atención en la postura corporal.

Primero que nada, al caminar trate de no hacerlo encorvado. Siempre lleve los hombros atrás y la cabeza en alto.

Al sentarse, asegúrese de apoyar bien los pies en el suelo y mantenga las rodillas a la altura de la cadera. Al igual que al caminar, no se encorve cuando esté sentado, mantenga la espalda recta y los glúteos hasta la parte de atrás del asiento.

La mejor posición para dormir es boca arriba, ya que boca abajo se modifica la curvatura lumbar de la columna, además de que causa presión sobre el corazón y para poder respirar debe girar el cuello, lo que le traerá torceduras.

Si va a cargar un objeto, flexione sus rodillas y no su espalda. De esta manera realizará el esfuerzo con sus piernas. Mantenga los objetos cerca de su cuerpo y levántelos hasta la altura de su pecho, de esa forma evitará lastimarse la parte baja de la espalda.

Si su trabajo exige estar sentado, se recomienda cada 50 minutos hacer una pausa y levantarse a caminar por lo menos cinco minutos. Recuerde que el sedentarismo afecta a todo el cuerpo y por eso, para fortalecer su columna, médicos del Instituto Nacional de Rehabilitación recomiendan realizar ejercicios de flexibilidad y fuerza por lo menos dos veces a la semana, para tonificar sus músculos y así evitar caídas y lesiones.

Para realizar estas rutinas de flexibilidad y fuerza, lo primero que tiene que hacer es iniciar con 15 minutos de calentamiento: mueva las manos, los brazos y el cuello en círculos, 8 repeticiones cada uno hacia un lado y al otro.

Deténgase con una silla o mesa, haga círculos con la cadera y tobillos; suba y baje despacio las rodillas, repita 8 veces con cada pierna.

Otros ejercicios que son muy benéficos son los siguientes:  recuéstese boca arriba, flexione las rodillas y toque el piso con las plantas de los pies. Mantenga los hombros pegados al suelo. Luego lleve sus rodillas lentamente sin forzarlas a un lado tanto como pueda y permanezca en esta postura unos instantes; regrese a la posición inicial y haga el mismo movimiento, pero ahora hacia el otro lado. Repita de 3 a 5 veces.

Otra opción es acostarse boca arriba con los hombros en el suelo, luego levante una pierna estirada tanto como pueda. Bájela y haga lo mismo con la otra. Así, con movimientos lentos, repita de 3 a 5 veces.

Estos prácticos ejercicios, acompañados de una buena alimentación, una postura correcta, ropa holgada y no levantar peso excesivo, ayudarán a que los adultos mayores gocen de mayor independencia, movilidad y fuerza para realizar sus actividades diarias y sus pasatiempos favoritos.

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