¡Bienvenidas y bienvenidos a esta entrada de blog de la sección “Mejorando mi salud” de tu programa Aprender a Envejecer”!

Al envejecer, es importante cuidar nuestro nivel de colesterol y de triglicéridos para evitar enfermedades y vivir con bienestar. Un nivel alto de éstos en nuestra sangre representa un grave riesgo de salud, pues aumentan el riesgo de sufrir infarto agudo de miocardio y evento vascular cerebral. Esto se debe a que las placas de ateroma, que se forman en el diámetro de las arterias, disminuyen el flujo sanguíneo a los órganos vitales. Por eso es muy importante controlar los niveles de colesterol regularmente y analizar los resultados con su médico, además de mantener una buena alimentación. 

Los niveles totales de colesterol en la sangre deben ser menos de 200 mg/dL, tiglicéridos menor de 150 mg/dL, HDL: más de 60 mg/dL, LDL: menos de 100 mg/dL.

En entradas previas, hablamos sobre los “enemigos invisibles”. Debemos agregar otro más a la lista: los alimentos fritos. Disminuir nuestra ingesta de alimentos fritos puede ayudarnos a mantener nuestros niveles de colesterol y triglicéridos dentro de un rango saludable. 

¿Cómo evitarlos? 

  1. Elige los alimentos a la plancha o a la parrilla, utilizando la grasa del propio alimento. Si notas que se pega al sartén, puedes ponerle algún vino o jugos de fruta, usar una rejilla para escurrir la grasa u optar por hervirlos
  2. Quítale la grasa visible antes de cocinarlos y evita comer la piel.
  3. Evita hígado, molleja, riñones, sesos, salchicha y carne de pato.
  4. Cambia el aceite por uno de origen vegetal, de preferencia en  AEROSOL para dorar o saltear las comidas. 
  5. Sirve en el plato menos porciones de alimentos con alto contenido graso. Complementa con más pasta, arroz, frijol y las verduras. 
  6. En los platos con huevo, utiliza solo las claras 
  7. Cambia tus quesos y lácteos por unos bajos en grasa y en sodio 
  8. Lee las etiquetas para ver el contenido nutrimental.

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