Importancia de la hidratación en adultos mayores

El agua es importante para la vida. A medida que envejecemos se reduce el contenido total de agua en el cuerpo debido a una menor masa muscular y a un mayor porcentaje de grasa. Las personas adultas mayores deben de consumir agua en cantidad suficiente para evitar que la deshidratación provoque trastornos que afecten el organismo. La falta de agua en el organismo se relaciona con mal funcionamiento del corazón, alteraciones neurológicas por la baja hidratación cerebral y un inadecuado funcionamiento de los sistemas digestivo, respiratorio y circulatorio; además, ocasiona padecimientos como el estreñimiento.

Los síntomas más comunes que alertan sobre la deshidratación en adultos mayores son: la sequedad de boca, piel y mucosas, el aumento de latidos del corazón y el descenso de la presión arterial, además de menor cantidad de orina. Otros padecimientos relacionados con la falta de hidratación son somnolencia y mareo, en casos más severos de deshidratación la pérdida momentánea de conocimiento, acompañada de una paralización repentina de los movimientos del corazón y la respiración. Por estas razones resulta fundamental estar bien hidratados, en particular las personas adultas mayores.

Las necesidades básicas de consumo de agua en las personas mayores se calculan entre 2.5 y 2.75 litros al día para que el organismo alcance un balance que permita ingerir la cantidad igual que la eliminada por el cuerpo. Se recomienda que los adultos mayores consuman de 6 a 8 vasos diarios de agua. Es importante apoyar a los adultos mayores a estar bien hidratados porque a mayor edad las personas tienen dificultades motrices que les complica estar tomando agua constantemente; además, son más propensos a la retención de líquidos, y en algunos casos pueden padecer problemas de movilidad que les hagan evitar ir al baño a cada rato.

La adecuada hidratación en los adultos mayores previene calambres, disminuye la presencia de cálculos o piedras en el riñón, ayuda a reducir el riesgo de infecciones urinarias, mejora la digestión y previene el estreñimiento. A nivel bucal reduce la inflamación de las encías y evita enfermedades de la boca por resequedad. Algunas estrategias que se pueden usar para motivar que las personas adultas mayores beban más agua, son: aprovechar el momento de tomar medicamentos para ingerir un buen vaso de agua; invitarlos a usar recipientes portátiles que sean fáciles de manejar, como botellas pequeñas o vasos que no sean muy pesados y ofrecerles líquidos de manera constante a lo largo del día. También resulta útil hidratar a los adultos mayores través de la alimentación con frutas y verduras con un alto contenido de agua, como pepino, melón, sandía o cítricos.

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