Cuando envejecemos todo nuestro organismo comienza un proceso inflamatorio conocido como la senescencia, que es el largo trayecto hasta el fin de la vida biológica.

Atajar de la mejor manera ese proceso inflamatorio, así como todas las secuelas derivadas del mismo o del funcionamiento irregular de un organismo en un trayecto hacia ese destino, es un reto muy factible y posible para evitar una mala calidad de vida durante la vejez. Las personas adultas mayores pueden tomar muchísimas previsiones para evitar enfermedades y padecimientos, o bien para atenuar los efectos de éstos.

La obesidad se define como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla, que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en las personas adultas”[1].

De hecho, hay que considerar que: “La obesidad puede ser considerada como una patología inflamatoria crónica de bajo grado, caracterizada por una elevación de los niveles plasmáticos de citoquinas proinflamatorias, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a), y proteínas reactantes de fase aguda como la proteína C reactiva”[2].

La buena noticia es que, si se logra controlar la inflamación generalizada en los casos de personas con obesidad, es posible que también se controle ese propio sobrepeso[3]:

…Se piensa que el origen de este estado inflamatorio asociado a la obesidad tiene lugar inicialmente en el tejido adiposo. Los adipocitos hipertrofiados de una persona obesa cambian su patrón secretor hacia un patrón en el que están incrementadas las citoquinas proinflamatorias y disminuidas las antiinflamatorias. Además, el hecho de que aumenten las citoquinas o las quimiocinas proinflamatorias hace que se atraigan hacia el tejido adiposo macrófagos de tipo 1 –proinflamatorios- y disminuyan los de tipo 2-antiinflamatorios-. Es decir, hay un incremento inicial de la inflamación en el tejido adiposo que finalmente afecta a nivel sistémico a otros órganos metabólicos clave como el hígado, el músculo, etc. Por tanto, si controlamos la inflamación en el tejido adiposo podremos reducir el estado inflamatorio asociado a la obesidad…

 

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.

 

[1] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight#:~:text=El%20sobrepeso%20y%20la%20obesidad%20se%20definen%20como%20una%20acumulaci%C3%B3n,la%20obesidad%20en%20los%20adultos.

[2] https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272008000300002#:~:text=La%20obesidad%20puede%20ser%20considerada,como%20la%20prote%C3%ADna%20C%20reactiva.

[3] https://www.institutotomaspascualsanz.com/obesidad-e-inflamacion/

Comments are closed.