Como es sabido, los organismos tienen la capacidad de compensar, equilibrar y recuperarse. Cuando esto no ocurre, puede deberse a un desequilibrio causado por factores ambientales, circunstancias emocionales, predisposición genética y/o elementos externos que el cuerpo no esperaba, sorprendiendo así al sistema inmunológico.

A diferencia de la medicina convencional, la medicina alternativa a menudo tiene menos efectos secundarios, por ello es importante tener precaución, ya que no está exenta de riesgos, incluso contraproducentes, cuando se combina con otros tratamientos. Lo ideal es que el médico o médica a cargo esté informado sobre todos los tratamientos que el paciente está utilizando, para poder aprobarlos o advertir sobre posibles interacciones. Una visión integral del organismo es fundamental, por lo que se recomienda la supervisión de un médico o médica geriatra-internista.

La medicina alternativa es popular debido a su accesibilidad y porque a menudo tiene un costo más moderado en comparación con los tratamientos farmacéuticos convencionales.

 

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.

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