Digamos que la depresión se denominaba como tal desde el siglo primero de nuestra era, pero es un padecimiento que se empezó a tratar apenas hasta entrado el siglo XX. El psicoanálisis de finales del XIX no tenía como objetivo curar la depresión, sino desenmascarar los archivos del inconsciente que nos hacen actuar de maneras que no necesariamente queremos.

En términos generales, la depresión hoy en día puede tratarse con medicamentos psiquiátricos, con psicoterapia y con rutinas específicas para equilibrar la química del organismo. Una definición simple de la depresión es:

…La depresión clínica es una enfermedad grave y común que nos afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La depresión nos puede provocar deseos de alejarnos de nuestra familia, amigos, trabajo y escuela. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del apetito, y falta de interés o de placer en realizar diferentes actividades…

Dicho de otra manera, la depresión es una tristeza profunda que altera nuestra funcionalidad cotidiana. Es muy lógico que, con la edad, se acumulen desbalances químicos y acontecimientos de vida que implican pérdidas constantes (de salud, de amistades, de actividades, de familiares) que puedan orillar a las personas a la depresión.

La depresión puede manejarse siempre y de muchas maneras, eso es muy buena noticia, lo único grave es cuando no se reconoce o no se atiende.

La gama de tratamientos para la depresión va desde una plática periódica de algún o alguna terapeuta o geriatra, hasta la socialización y el entretenimiento, ejercicio cotidiano, algunos medicamentos que profesionales de la salud receten, o bien, hasta sentirse querida o procurada por parte de quienes le rodean.

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.

Comments are closed.