Es poco común que escuchemos a la gente cuidar sus riñones si estos no le han dado molestias. Sin embargo, es importantísimo prevenir y cuidar estos órganos siempre ya que son los encargados de “eliminar los desperdicios de la sangre y el exceso de agua (en forma de orina) y ayudan a mantener el equilibrio de sustancias químicas (como sodio, potasio y calcio) en el cuerpo. Además, los riñones elaboran hormonas que ayudan a controlar la presión arterial y estimulan la médula ósea para que produzca glóbulos rojos”[1].

Esto significa que los riñones son uno de los laboratorios del cuerpo, gracias a los cuales tenemos vida. Los riñones suelen afectarse sobre todo cuando padecemos diabetes, presión arterial alta, enfermedades cardíacas o tenemos antecedentes familiares de falla en estos órganos[2]. Se recomienda entonces, para un mejor cuidado renal, estar atentos a chequeos médicos y a no tener infecciones en vías urinarias; una dieta sana con muchos líquidos y poca sal; mantener una vida con actividad física regular; no tener sobrepeso; dormir suficientemente y bien; no fumar ni tomar alcohol; no excederse en actividades que nos provoquen estrés; controlar las enfermedades (mencionadas anteriormente) que pueden resultar en afección en nuestros riñones; y, finalmente, consultar siempre a una o un profesional de la salud en caso de dudas[3].

Las personas que consumen gran cantidad de medicamentos también tienen propensión a que esta ingesta provoque, a la larga, problemas en los riñones; es por eso por lo que debe de consultarse con una médica o un médico acerca de cómo descansar de ciertas medicinas, cuando se pueda.

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.


[1] https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/rinon

[2] Ibid

[3] Ídem.

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