A lo largo de la historia de la humanidad el conocimiento ha evolucionado, se va complementando con otras áreas y se va complejizando. Así, los conocimientos se retroalimentan conforme se van acumulando, por ejemplo, la medicina, biología y farmacéutica reformulan y reorganizan la información que han comprobado a través del método científico.
En este sentido, la medicina tradicional o herbolaria, también llamada medicina alternativa, aunque no sigue las normas aprobadas por la academia, tiene mucho que aportar a la salud. Sin embargo, es importante mencionar que se debe de tener muchísimo cuidado con la medicina alternativa, porque por sí sola no es sinónimo de bienestar e incluso hay plantas o sustancias naturales tóxicas que también puedan hacernos daño, por lo cual sólo deben de practicarla personas que estén muy probadas en su uso, y de preferencia no debe de interferir con la medicina alópata.
Sólo por mencionar algunas formas de medicina alternativa, a veces menos invasiva que la alópata, se encuentran: la acupuntura, la magnetoterapia, la hipnoterapia, la meditación, la relajación, las Flores de Bach.
Entre los beneficios que podemos observar en algunos casos, están: la mejora de la salud física y emocional, y en algunas ocasiones disminuyen los efectos secundarios que ocasiona la medicina alópata.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
Contacto
Marco Antonio Martínez Silva
Director General de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional
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