Prácticamente todas las abuelas y madres del siglo pasado tenían a la mano una serie de hierbas guardadas para cuando se requirieran curar enfermedades de manera casera. Es difícil pensar en una infancia sin tés de manzanilla para el estómago, de gordolobo para la garganta, de boldo para el hígado u hojas de eucalipto para mejorar la respiración al inhalar sus vapores, y a últimas fechas se ha recuperado el valor de la herbolaria y se ha impulsado su conocimiento para prevenir enfermedades.

La herbolaria mexicana tiene una muy larga y rica tradición, sin embargo, es muy importante observar que no se interpongan con ciertos procesos del organismo,

Las plantas medicinales, de acuerdo con la Secretaría de Salud, son la primera opción del 90 por ciento de la población mexicana para curarse ciertas enfermedades. La misma fuente estima que existen “4 mil 500 plantas medicinales en México” y, dice Roberto Campos Navarro, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, que “nuestro país ocupa el segundo lugar mundial en este tipo de flora documentada”[1].

Entre las plantas medicinales recomendadas registradas en la página de la Semarnat, también están: la yerba santa para la fiebre y el dolor intestinal; el muitle, regenerador de la sangre; la bugambilia para la tos seca; el tomillo, un antibiótico natural, y la cebolla para purificar el ambiente y eliminar microorganismos nocivos[2].

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.


[1] https://www.gob.mx/semarnat/articulos/plantas-medicinales-de-mexico?idiom=es

[2] Ídem.

Comments are closed.