Depender de alguien nunca es fácil cuando se es una persona adulta; menos lo es después de haber aprendido toda una vida a ser independiente, autónomo, libre. Sin embargo, en muchas ocasiones se requiere una tutela legal cuando se es persona adulta mayor.

Una tutela legal es[1]:

…una relación legal que se le otorga a una persona para que tenga la capacidad de decidir por otra persona […] Generalmente, los tutores legales son designados por los tribunales cuando hay evidencia de que una persona está incapacitada para tomar decisiones por sí misma…

Es común que las personas tutoras legales sean parientes cercanos de la persona que los requiere, pero también es importante saber que las o los tutores deben ser personas adultas responsables; no tener antecedentes penales; tener una buena salud física, emocional, intelectual e, idealmente, ser una persona muy honesta[2].

Las tutorías legales de personas adultas mayores en México están reguladas en el artículo 449 del Código Civil Federal (CCF) y se trata de ayudar a las personas que se han declarado “perturbadas” o con “incapacidad natural o legal, o solamente no pueden gobernarse por sí mismos”, “por padecer enfermedad o deficiencia persistente de carácter físico, psicológico o sensorial, o por la adicción a sustancias tóxicas como el alcohol, los psicotrópicos o los estupefacientes; siempre que debido a la limitación, o a la alteración en la inteligencia”[3].

Las o los tutores suelen ser los esposos o parejas legales, hijas o hijos mayores de edad o quien un juez decida como la persona más apta después de haber dictado sentencia, en el sentido de la necesidad de una tutela legal.


[1] https://guialegal.com/blog/otros-temas/requisitos-de-una-tutela-legal/

[2] Ibid.

[3] https://idconline.mx/corporativo/2021/04/22/casos-en-que-un-adulto-mayor-necesita-un-tutor

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