La violencia y el abuso se presentan de muchas maneras y casi siempre contra las personas más vulnerables. Por cobarde que esto suene, el rasgo distintivo de una persona violentadora es que tiene como víctima a alguien que le permite serlo.

Es por lo anterior que Aprender a Envejecer promueve constantemente que las personas adultas mayores denuncien cualquier acto de violencia en su contra, puesto que se trata de un delito y debe de ser penado por el sistema de justicia. Las víctimas pueden dejar de serlo en la medida en la que la lucha por frenar la violencia se dé de manera conjunta y se denuncie.

Los actos más comunes de violencia (que se da más contra las mujeres adultas mayores, puesto que ellas han vivido más violencia por parte de los hombres y la sociedad, que no la han considerado con igualdad de derechos) son la violencia verbal, emocional (psicológica), sexual y física. Agresiones constantes que incomoden y hagan sentir mal a las personas, son violencia y deben de parar, deben de frenarse. En caso de que usted sufra violencia o conozca a alguien que la padece, debe denunciar de inmediato (terceros pueden hacerlo).

Es común que no se denuncie siendo una persona adulta mayor, porque[1]:

  • No aceptan o saben que están siendo maltratados.
  • Tienen temor a las represalias, pues es el único familiar con el que cuentan.
  • Creen que es temporal.
  • No quieren que su familiar o cuidador vaya a la cárcel.
  • Desconocen con qué autoridad deben dirigirse.
  • Su condición física o cognitiva no les permiten realizar una denuncia.
  • Creen que no va a prosperar la denuncia.

Para denunciar a alguien por violencia, que es un delito del fuero común, hay que presentar la denuncia ante “un Ministerio Público. También se puede hacer de manera electrónica, cuando es así se debe de confirmar de forma presencial lo más pronto posible”[2].


[1] http://accesibilidad.edomex.gob.mx/abuso_maltrato_vejez

[2] https://cmdpdh.org/impunidad/denuncia-los-abusos/

Comments are closed.