Las facilidades enormes que se abrieron cuando muchas transacciones, compras, transferencias y solicitudes lograron realizarse a distancia gracias a la tecnología digital, vía internet, funcionan tanto para bien, como para hacer más sencillos los delitos por estas vías.

Los hackers no dedicados a las actividades legales, sino a engañar, defraudar y asaltar, haciéndose pasar por bancos, instituciones o incluso pseudoagentes encargados de defender nuestros intereses, logran con gran habilidad –sobre todo entre la población a quien le cuesta más trabajo manejarse con aplicaciones y vía digital– extraer datos personales, información privada de las personas.

El problema del robo de información o datos personales, el llamado robo de identidad, es que con esos datos la persona delincuente puede hacerse pasar por usted, por la víctima, y en ese momento sacar dinero, gastar, solicitar o comprometerse financieramente de formas insospechadas, causando grandes daños, a veces irreversibles.

Es por lo anterior que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, la CONDUSEF, advierte a todas las personas, incluidas las adultas mayores, sobre este tipo de delitos que van en aumento, y recomienda tomar medidas de precaución, como: verificar constantemente las transacciones bancarias que se hacen para ver que no hay algunas extrañas; tener contraseñas no vinculadas a datos personales que puedan obtenerse con facilidad, como fechas de nacimiento; eliminar o no tener a la mano en la computadora documentos con información personal; no abrir ligas sospechosas; jamás dar datos personales a nadie desde la computadora; asegurarse de que los sitios en los que se compren productos sean totalmente seguros[1] y, nunca sobra, utilizar el sentido común y estar muy alertas de los movimientos que se hagan vía internet.


[1] https://www.condusef.gob.mx/documentos/374579_robo_de_identidad_TRIPTICO_2018_formato_web.pdf

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