Empezando el año estamos muy a tiempo para poner en orden nuestros papeles, documentos, archivos, cuentas, libros, información, recuerdos, cosas. Organizar lo que tenga que ver con nuestro bagaje jurídico y legal facilitará los trámites que tengamos que hacer en casos de emergencia (o los que debe hacer nuestra familia a nuestro nombre cuando así se requiera) y nos ahorrará tiempo, molestias y retrasos cuando los necesitemos.

Es por lo anterior que se recomienda, estrictamente en términos legales, tener en orden y a la mano, a buen resguardo, bien archivado y de preferencia en fotocopia y foto (escaneado): escrituras de nuestros bienes inmuebles; actas de nacimiento, divorcio o matrimonio, y en caso de ser viudas o viudos, certificados de defunción de nuestros esposos o esposas; los seguros de vida o gastos médicos o de responsabilidad civil o daños que tengamos; nuestro testamento; en su caso, documento de voluntad anticipada; identificaciones oficiales, pasaportes; cuentas de ahorro e inversión, y facturas de las cosas más valiosas que tengamos.

En el caso de tener firma electrónica o las firmas que requiere el Sistema de Administración Tributaria, también es importante tenerlas a la mano, y que alguien de confianza sepa en dónde se encuentran.

Las claves más importantes para cuentas, bancos, computadora, teléfono inteligente y algunas plataformas sociodigitales, también son importantes para no olvidarlas y tener acceso en todo momento a todo lo que nos pertenece o puede expresar nuestra identidad.

Entre los propósitos del año, quizá deba de incluirse no tener adeudos pendientes ni documentos por actualizar (como poner a nuestro nombre servicios de luz, agua o teléfono, o bien las escrituras mismas que nos corresponden).

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