Dempster “ha trabajado como director y pianista al lado de cantantes de ópera, como Placido Domingo, Fernando de la Mora, Renata Scotto, Gilda Cruz Romo y Rolando Villazón, entre otros”[1], dice el programa del pasado 25 de enero, una Velada de ópera, una noche en honor a las bellas artes, realizada en Culiacán.

La nota del periódico Noroeste describía:

“Esta será una noche de estrellas del arte, cada una en su especialidad […]:

Eugenia Garza es graduada del programa de la Ópera de Washington y tiene un gran poder interpretativo. David Lomelí es el primer tenor mexicano en ganar el primer lugar en la categoría de ópera y zarzuela de Operalia, el concurso mundial de ópera de Plácido Domingo; y Jorge Lagunes obtuvo el Premio Plácido Domingo 2006.”

“James Dempster –dice la misma fuente– ha trabajado como director y pianista al lado de cantantes operísticos como Placido Domingo, Fernando de la Mora, Renata Scotto, Gilda Cruz Romo y Rolando Villazón, entre otros.”

En el 2019 la compañía de ópera de Guanajuato organizó una masterclass con el propio James Dempster, abierta a pianistas, cantantes y todas las personas del estado de Guanjuato y su ciudad capital.

Dirigir una orquesta implica una formación integral en música, así como reunir un catálogo único de cualidades útiles en el universo artístico, compositivo y cultural. Para dirigir una orquesta hay que saber:

“equilibrar y mejorar los resultados musicales de una formación musical en un contexto orquestal. Para ejercer la dirección de orquesta se debe tener la capacidad de unir un grupo de músicos en una misma intención sonora […]

La dirección de orquesta requiere conocimientos que se pueden dividir en tres grandes apartados. En primer lugar, el estudio práctico y teórico de una técnica gestual adecuada. El gesto es el que hace reconocer físicamente, y en primer lugar el ejercicio de la dirección, que es una representación del discurso interno de la música. En segundo lugar, el estudio y el conocimiento de lo que se tiene que dirigir, es decir, de la partitura de la propia composición musical que ha hecho el/la compositor/a. En tercer lugar, el estudio y el conocimiento de la formación que se dirige (orquesta, coro, banda, etc.), es decir, de la fuente sonora.”

 

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[1] https://www.noroeste.com.mx/entretenimiento/cultura/velada-de-opera-a-night-of-opera-DCNO5674

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