Guillermo Ceniceros es un pintor y muralista duranguense que ha trascendido la estética de su tiempo, para convertirse en una figura clave en el panorama plástico nacional. También su generosidad lo ha distinguido, por haber donado en 1988 una colección de obras particulares gracias a las cuales se erigió el Museo de Arte Moderno que lleva su nombre, el cual se encuentra en el centro histórico de Durango, lo que era la ex hacienda Ferrería de Flores.

De acuerdo con el sitio guillermoceniceros.com, el artista plástico nació en 1938 en El Salto, Durango, y se graduó de la Escuela de Artes de la Universidad de Nuevo León veinte años después. A lo largo de su carrera ha tenido más de 300 exhibiciones relevantes a nivel nacional e internacional, y compartió obra mural con David Alfaro Siqueiros. Uno de los murales de Ceniceros se encuentra en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, y su obra también adorna el Palacio de Justicia en la Ciudad de México. Numerosos museos resguardan sus creaciones, siendo su trazo absolutamente original y único.

En su pintura, Ceniceros busca lo siguiente, de acuerdo con la misma fuente oficial[1]:

“invoca una conjunción de formas, espacio y composición influenciadas por su experiencia como muralista.  La técnica y el uso de herramientas propician elementos de composición que esbozan algunas veces con misterio, otras con poesía, la posibilidad temática.  Se considera como un Figurativo Estructural en búsqueda de posibilidades formales e informales del cuerpo humano.  La “figuración” en su obra no busca la historia ni la anécdota, más a través de sus estudios de forma-estructura-geometría busca atrapar las posibilidades de tiempo-espacio en la pintura”.

 

[1] http://www.guillermoceniceros.com/#/concepto/

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