Con 40 años de trabajo ininterrumpido, Emilio Perujo es uno de los principales promotores del género musical del mariachi. Inició la agrupación Mariachi Charanda en 1979, con el objetivo de conservar su sonido tradicional, es decir, utilizando únicamente instrumentos de cuerda y retomando los sones huastecos y jarochos.

Desde pequeño Emilio sintió un gran gusto por la música. Empezó a tocar flamenco en 1969, pues tenía varios compañeros del colegio Luis Vives que también lo tocaban. Además, su padre fue una gran influencia al ser aficionado a este género musical.

Inició sus estudios en el Conservatorio Nacional a los 15 años, aunque dos años después los tuvo que interrumpir. Ingresó a la carrera de Ingeniería Industrial y al recibirse comenzó a laborar en la empresa Ford. Sin embargo, su afición por la música fue tan grande que retomó sus estudios musicales en la Facultad de Música de la UNAM.

En las tocadas con los amigos nació un interés especial por el género del mariachi al descubrir los sones de Jalisco y de la tierra caliente. Este grupo de amigos, que integró en ese entonces la nueva agrupación, viajó a Madrid para presentarse en un festival.

“Charanda” nació formalmente en 1979. Hoy se encuentra conformado por su director, Emilio Perujo, y sus hijas, María y Emilia, así como José Luis Perujo, Carlos Carral, Javier Lassard y Sergio Méndez. Algo que distingue al grupo es su trabajo con el investigador del mariachi, el antropólogo Jesús Jáuregui, y con Jesús Echevarría, compositor que mezcla música actual con fundamentos tradicionales.

Al volver de Madrid, Emilio cerró su capítulo como Ingeniero Industrial por decisión propia y por un accidente aeronáutico en el que murieron los músicos de la bailarina Pilar Rioja, gran exponente de la danza española. A partir de entonces se integró al grupo de la artista, a quien acompañaría durante muchos años.

Sin embargo, Perujo no dejó de lado su interés por la música del mariachi tradicional: continuó con sus investigaciones y aprendió a tocar el guitarrón.

Este año 2021 se cumple una década desde que el mariachi se agregó a la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de la Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura. Sin embargo, para Emilio Perujo pocos intelectuales y académicos se han interesado en estudiarlo a fondo, a pesar de que se escucha mucho. Él considera, además, que las condiciones laborales para estos músicos son muy difíciles.

Desde hace más de un siglo, señala Perujo, México tiene dos tipos de mariachi: el tradicional y el moderno. El primero apenas sobrevive de tocar, como sucede con los grupos en Garibaldi. Al segundo tipo corresponde el Mariachi Vargas y Pepe Villa, al estilo Televisa, los cuales responden a las necesidades del momento histórico en el que comienza a difundirse su música de manera masiva y comercial.

El Mariachi Charanda colabora con instituciones culturales y educativas, como la Secretaría de Educación Pública, el CONACULTA y la UNAM, participando en programas como Radio Educación, Radio Universidad, Canal Once, Cadena Tres y Discovery Channel. También participan en eventos infantiles, como Alas y Raíces, y Jugares y Juglares en la Ciudad de México.

Este grupo se ha presentado en la mayoría de los principales teatros de muestro país y en cada estado, especialmente en festivales culturales.

La música tradicional mexicana se ha confrontado siempre con muchos obstáculos para su difusión, y ahora la pandemia ha impedido hacer presentaciones. A pesar de ello, en el 2020 la agrupación logró editar su disco “Mariachi Charanda”, el cual reúne 15 piezas, en su mayoría sones de Michoacán y de Jalisco.

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