En casi todos los ámbitos de la cultura capitalina se conoce a un mecenas, filántropo y promotor llamado Bruno Newman. Quien no lo conoce a fondo, por lo menos sabe que es exalumno destacado y querido de la Universidad Iberoamericana y, desde luego, egresado de la carrera de Comunicación.

Durante muchos años, generación tras generación de alumnos comenzaba su carrera profesional colaborando con Newman en su gran empresa de mercadotecnia, de nombre Zimat. Prácticamente, comunicóloga o comunicólogo que no conociera Zimat tendría poco futuro en el medio.

Newman ha extendido sus quehaceres profesionales, acciones filantrópicas y trabajo cultural a los ámbitos del fomento a la lectura, los museos, la escritura y casi siempre forma parte de los eventos relevantes culturales que ocurren en la Ciudad de México, muchos otros en el exterior y al interior de la república.

Una ficha de la editorial Océano, dice de Newman:

…Fue presidente fundador de la Asociación mexicana de Comunicación Organizacional y de la Asociación Mexicana de Agencias Profesionales de Relaciones Públicas…

Esto último debe subrayarse, porque Newman no ha sido ajeno a la profesión de publirrelacionista actitudinal, es magnífico para ello y lo hace con gran calidad humana y amabilidad.

Fundador del que fuera el museo más joven de la metrópoli, el Museo del Objeto del Objeto[1], MODO, diseñado por su hija, considera fascinante la historia de los objetos que, en realidad, dicen mucho sobre el pensar de los seres humanos.

Una de las propuestas de este impulsor imaginativo de proyectos, único en el país, es que todas las ejecuciones artísticas, culturales, estén a la mano de todas las personas, quitarle el tufo elitista a la cultura: “Si me dices quién soy –dice– soy mucho más que un coleccionista, papá de dos hijas… ”[2]


[1] https://www.elmodo.mx/2014/entrevista-a-bruno-newman-en-museografo/

[2] Idem.

Comments are closed.