Una de las metas en la vida, que de por sí es inexorablemente finita, es vivir de la manera más plena posible aquilatando justamente la vitalidad que tenemos, es decir, la vida misma. Lo muy complicado de esto es que, mientras estamos vivos, no estamos en conciencia plena, entonces tendemos a dar la vida por sentada y, cuando menos lo esperamos, ya se terminó y pasaron las cosas que nunca hubiésemos querido que se fueran tan a la ligera.

Pero esto no es nada grave, es normal, aunque hay algunos remedios para vivir más conscientemente, de manera más atenta a la vida.

Poner atención plena al presente es muy importante; esto se puede lograr respirando, caminando y pensando solamente en la respiración y en cada paso que se va dando, abandonando el futuro y el pasado. Si notamos que la mente se va, simplemente continuamos amorosamente caminando y regresamos a la respiración y al momento presente. Esto no es fácil, pero puede lograrse con práctica. Además, este ejercicio de meditación en movimiento es muy saludable para cerebro, emociones, mente y cuerpo.

La misma meditación o el ejercicio puede hacerse en una bicicleta fija o sentados respirando y con los ojos cerrados.

Gritar o escuchar el silencio, son, paradójicamente, otros dos ejercicios clave para poner atención plena y mejorar nuestra condición de vida[1].

La metáfora clave para esto es la del tren; la vida es como estar subido en un tren que no para hasta que morimos; si logramos detenernos en una estación, disfrutarla, hacernos conscientes del viaje antes de volvernos a subir, ya valió mucho la pena y si esto se logra hacer a diario, mejor aún.

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.


[1] https://www.expansion.com/directivos/estilo-vida/estar-forma/2015/12/21/5677ef7646163f273c8b45eb.html

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