Primero que nada debemos de verificar que tenemos una buena posición mientras estamos sentados: espalda recta, pies tocando el suelo por completo, piernas no cruzadas y rodillas a la altura de los hombros. Es recomendable no estar total y plenamente recargados en el respaldo, sino sólo imaginar que lo estamos.

Después hacemos dos o tres respiraciones: inhalando en tres segundos y exhalando en otros tres. A estos ejercicios también se les llama abdominales hipopresivos y consisten en hacer sumir conscientemente el abdomen lo más que se pueda, erguir un poco el tronco sintiendo el jalón de la pelvis también, sostener el aire durante 10 segundos y soltarlo poco a poco. Se pueden hacer rutinas de 5 por 5 por 5 y posteriormente irse aumentando lentamente cada semana.

Otro abdominal similar consiste en meter y sacar el abdomen durante 10 veces inhalando y exhalando rítmica y continuamente, descansamos, y después de nuevo otras 10 veces y descansamos. Esto también debe de comenzarse a hacer poco a poco, puesto que si nunca se han realizado abdominales, hacerlas en exceso puede lastimar o hacer doler un poco el abdomen, y esto no es el objetivo. “La tensión del abdomen hace que los músculos trabajen, y así conseguiremos una adecuada tonificación abdominal”.

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.

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