IMPORTANCIA DEL CALCIO EN EL ADULTO MAYOR
Nuestro cuerpo necesita calcio para desarrollar y mantener los huesos fuertes. Es un mineral que además de fortalecer nuestros huesos, ayuda al corazón, a los músculos y al sistema nervioso a funcionar correctamente.
La Organización Mundial de la Salud señala que con la edad disminuye la absorción de calcio en el cuerpo, por lo que, además de considerarlo en la alimentación diaria, es necesario hacer uso de suplementos para alcanzar la cantidad que cubra los requerimientos del día para prevenir enfermedades, pues para la OMS “envejecer bien es una prioridad mundial”.
De acuerdo con especialistas del IMSS, la cantidad recomendada de calcio para adultos mayores es máximo dos mil miligramos al día.
¿Dónde encontramos el calcio?
El cuerpo no produce calcio, por lo que debemos obtenerlo de otras fuentes. Así, se encuentra en una gran variedad de alimentos, como:
Productos lácteos: queso, leche y yogurt.
Verduras: de hojas verdes oscuras, como brócoli y col rizada.
Origen animal: sardinas y salmón.
Otros: productos de soya, tofú, frijoles, semillas de chía, amaranto, almendras, ajonjolí.
El Instituto Nacional de Salud, en Estados Unidos, señala que además el cuerpo requiere vitamina D para absorber el calcio que ingerimos y distribuirlo en los huesos, los músculos y los nervios. También es indispensable para que el sistema inmunológico pueda combatir a las bacterias y los virus.
Algunos alimentos contienen vitamina D de forma natural en pequeñas cantidades, como el salmón, el atún y las yemas de huevo, y se puede obtener tomando baños de sol por lo menos de diez minutos tres veces a la semana.
Es recomendable mantener el cuerpo sano, pues estar activos nos trae múltiples beneficios y nuestros huesos lo van a agradecer. En este sentido, hacer ejercicio a cualquier edad es vital para tener huesos sanos, y es fundamental para prevenir y tratar la osteoporosis.
Los mejores ejercicios para los huesos son los de resistencia y los que requieren sostener el propio peso. Es decir: levantar pesas, caminar, correr, subir escaleras, jugar tenis, bailar, yoga, entre otros.
Así, el ejercicio no sólo mejora la salud de los huesos, también aumenta la fuerza muscular, el equilibrio y mejora la salud en general.
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