Las causas más frecuentes para padecer estreñimiento son la falta de movimiento del cuerpo; la dieta baja en fibra; la falta de consumo de agua o líquidos en general; los estados de ánimo con mucho estrés y poca relajación, así como la falta de facilidades o accesibilidad para ir al baño.

Puestas así las razones, pareciera fácil combatir el estreñimiento si se hace justamente lo contrario a lo que lo provoca: hacer ejercicio; tener una dieta rica en vegetales y fibras; consumir suficiente agua durante el día; procurar tener calma, meditar o estar en estados más relajados y ver la manera de tener horarios fijos y accesibilidad a los lugares para ir al baño.

Sin embargo, no siempre es suficiente todo lo antedicho; cuando se es persona adulta mayor a veces se dificulta la independencia, autonomía y posibilidad para que estén las condiciones mencionadas a la mano.

Comer despacio y vigilar si el estreñimiento no está siendo provocado por algún medicamento, también son recomendaciones generales para quien padece este síntoma.

Si el problema de este problema es la lenta o nula digestión, es más importante detectarlo a tiempo y combatirlo, porque puede convertirse en un asunto grave. Los síntomas de alarma que acompañen al estreñimiento serían[1]:

  • Dolor abdominal
  • Sangrado rectal
  • Pérdida de peso
  • Anemia
  • Obstrucción intestinal

En el mercado farmacéutico existen múltiples productos para eludir este padecimiento, sin embargo, es sumamente importante que antes de caer en una rutina de consumo se consulte a la doctora o el doctor de cabecera para atender el problema de raíz.

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.

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[1] https://www.personamayor.org/consejos/cuidados-para-evitar-el-estrenimiento-cronico-en-las-personas-mayores/

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