Como la clave para la buena salud es la prevención, y gracias a que la medicina ha avanzado al punto de poder hacer análisis previos a que se padezca alguna enfermedad, lo lógico y responsable para las personas adultas mayores, y para quienes tienen antecesores con padecimientos genéticamente transferibles, es que se realicen estudios justamente cuando la persona se siente bien.
Para empezar, vale la pena consultar con la médica o el médico de cabecera si se es propenso a tener determinada enfermedad y cuáles son los estudios y análisis básicos que debe de hacerse cada paciente.
Es posible que, si se adelanta a cualquier padecimiento, tenga oportunidad de buscar en qué clínicas o laboratorios hay ofertas, paquetes o incluso cuándo es el mes en el que se hacen descuentos especiales según los estudios que se requieran (por ejemplo, en algunos laboratorios hacen descuentos en mastografías, papanicolau y densitometrías los meses de noviembre, por ser el mes de cáncer de mama).
Ahora bien, además de los análisis básicos de sangre y orina; hay que pensar si algo nos está molestando mucho y lo estamos ignorando, o si nuestros abuelos y abuelas, padre y madre padecen alguna enfermedad hereditaria o hereditable. En esos casos, hay que comentarlo con el doctor o la doctora y consultar si se deben de hacer los estudios de referencia.
En cualquier caso, es importante no dejar de revisarse este año: dientes, aparatos reproductores, sangre y orina. En las personas que han padecido Covid-19 y no se sienten al cien por ciento bien, vale la pena hacer electrocardiogramas y placas de tórax en acuerdo con sus médicos de cabecera. Con esto en mente, el 2023 será un año lleno de salud y se podrán prevenir enfermedades.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
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