El perspectivismo amerindio, a falta de una industria médico-farmacológica sólida que brinde respuestas sin dar preferencia al mercantilismo, nos hace recuperar la cosmovisión de los pueblos originarios del continente.
La procuración de la salud en la época prehispánica, en la región que hoy ocupa México, no estaba a la zaga de la medicina en otras partes del mundo y se basaba, además de en partes místicas y mitológicas, en equiparar al cuerpo humano con el cosmos[1], de acuerdo con el doctor Carlos Viesca:
…Es así que el cuerpo humano es considerado como una versión en miniatura del universo, correspondiendo el diafragma a la superficie de la tierra, las áreas del corazón y el hígado a las regiones pertenecientes a ella, y todas las estructuras que van de allí al vértice del cráneo a los cielos, siendo denominada la cabeza ilhuícatl (cielo), mientras que el abdomen, la pelvis y los miembros inferiores representaban los pisos del inframundo…
Con muchos avances, si comparamos esa medicina tradicional con los avances a lo largo de los siglos de la medicina europea, que sobre todo prevalece hoy en día en muchos países del mundo, la medicina prehispánica, en particular la náhuatl, se considera un sistema de atención a la salud[2]:
… rica en conocimientos y en recursos que se desarrollaron en forma paralela e independiente de todos los sistemas presentes en el Viejo Mundo y lograron éxitos suficientes para establecer un equilibrio entre sus civilizaciones y el medio ambiente en el cual se desarrollaron…
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
[1] http://www.facmed.unam.mx/sms/temas/2010/09_sep_2k10.pdf
[2] Ibid.
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