Un hecho absolutamente normal del envejecimiento es la pérdida de parte de las capacidades intelectuales, respecto a las que se tenían cuando éramos personas jóvenes. Si somos personas adultas mayores no debe de asustarnos olvidar cosas, no tener tan a la mano palabras, sitios, lugares, pues la memoria desplaza algunos datos e información para poder elaborar otros procesos en nuestro cerebro.
Saber cuándo el deterioro cognitivo o cognoscitivo es un problema, o puede desembocar en una discapacidad más importante, en un deterioro cognitivo leve –como un Alzheimer o una demencia–, es difícil de diagnosticar, pero no imposible, siempre tomando en cuenta que cada persona y cada biografía es distinta.
Las recomendaciones principales, al ver mermadas las operaciones cotidianas de la vida a causa de los olvidos o la desmemoria, son las siguientes[1]:
…Un examen médico completo para evaluar la pérdida de la memoria debe revisar el historial médico de la persona, inclusive el uso de medicamentos recetados y de venta libre, así como el historial familiar de demencia. Ello también debe de incluir un examen físico y pruebas neurológicas para evaluar la memoria, el equilibrio, el lenguaje y otras funciones cognitivas. Un diagnóstico correcto depende de detalles correctos, de modo que además de hablar con el paciente, el médico puede pedirle información a un miembro de la familia, a un amigo cercano, y a la persona encargada de cuidar al paciente.
Las enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes, así como algunas condiciones genéticas y la alimentación, pueden influir también en la salud intelectual.
Para prevenir deterioros cognitivos debemos de tener una vida con ejercicio físico y socialización; entretenimientos y ejercicios intelectuales cotidianos; consumir alimentos y líquidos lo más sanos posible, y no dejar de explorar nuevas rutas de actividades, experiencias y situaciones.
El desarrollo cognitivo está relacionado con “la memoria, el lenguaje, la percepción, la resolución de problemas y la planificación. Involucra funciones sofisticadas y únicas en cada ser humano. Está vinculado a la capacidad natural de los seres humanos para adaptarse e integrarse a su ambiente”[2].
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
[1] https://www.nia.nih.gov/espanol/mala-memoria-reconozca-cuando-debe-pedir-ayuda
[2] https://invanep.com/blog_invanep/desarrollo-cognitivo-del-ser-humano
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