Es imposible detener el proceso de envejecimiento, y por ello, el cerebro también padece este paso del tiempo, sin que las personas se ocupen de darle mantenimiento. En el cerebro ocurren todas las conexiones neuronales que instruyen a nuestros organismos para funcionar y poder vivir. En la medida en la que envejecemos y dejamos de tener retos importantes, trabajos intensos y la necesidad de resolver problemas, el cerebro deja de funcionar o ejercitarse como lo hacía antes. Esto es un proceso natural que se puede revertir o detener si se hace una suerte de gimnasia cerebral con regularidad, por ejemplo: aprender nuevas rutas neuronales, como andar nuevos caminos y hacer nuevas estrategias, pues ello ocasiona que se continúen haciendo las conexiones llamadas sinapsis. Amar, trabajar, jugar, socializar, andar caminos no explorados, son algunas de las tareas importantes en tener un cerebro en condiciones óptimas.

Entre los mitos que sólo aceleran la falta de ejercicio cerebral en las personas adultas mayores, están: que les cuesta mucho el aprendizaje de nuevos temas; y que no se les debe someter a pensamientos extenuantes, a relatos difíciles. El cerebro, como cualquier órgano, si no se ejercita o se le da mantenimiento, deja de desarrollar funciones de manera óptima. Consumir Omegas también se recomienda para tener un cerebro sano, listo para recordar, memorizar, aprender, socializar, conectarse (www.puroomega.com). El aislamiento y la falta de encuentros con cosas nuevas ocasiona, a la larga, acelerar el proceso de envejecimiento cerebral.

 

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.

 

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