Hay que reconocer, aunque no es obligatorio, que las personas adultas mayores pueden ser más susceptibles a que su sistema inmunológico decaiga. Esto, sobre todo si no han hecho suficiente ejercicio, si ha fallado su higiene del sueño, si su nutrición se ha descompensado, si su estado de ánimo ha bajado. Es entonces, si se bajan las defensas de la persona adulta mayor, que pueden afectarla patologías de todo tipo y el problema es poder hacer un diagnóstico adecuado.
En lo general, debemos considerar que, si una persona adulta mayor está teniendo síntomas prolongados estilo gripales, en la piel, ojos o en el sistema digestivo, quizá están teniendo una alergia.
Una alergia es “la reacción del cuerpo ante una sustancia que detecta erróneamente como extraña y crea anticuerpos que se van a activar cada vez que se entre en contacto con ella. No todas las reacciones son iguales, pero tienden a ser parecidas según el tipo de elemento al que reaccionan”[1]. Pueden ser de diversos tipos, pero si los síntomas coinciden con el cambio de estaciones y lo distinto que está flotando en el medio ambiente, quizá pueda ser que las personas adultas mayores tengan o hayan desarrollado una alergia al polen de algunas plantas que están en un ciclo específico en determinada estación del año.
Según la misma fuente consultada anteriormente, las principales causas de alergia son bacterias, polen, medicamentos y alimentos y en caso de tener dudas hay que consultar con la persona profesional de la salud a cargo de nuestro expediente médico.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
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[1] https://cuideo.com/blog/alergias-personas-mayores-proteccion/#:~:text=Las%20alergias%20estacionales%20en%20personas,trav%C3%A9s%20de%20las%20v%C3%ADas%20respiratorias.
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