Durante la vida vamos adquiriendo distintos documentos oficiales que dan cuenta de nuestra identidad y ciudadanía. Son instrumentos jurídicos que nos vinculan y relacionan de manera organizada y civilizada con el Estado al que pertenecemos.
Tener a la mano, ordenados y actualizados o regularizados esos documentos, es de gran utilidad para realizar trámites, solicitudes, reclamos, procesos judiciales o jurídicos y hasta para recibir herencias o poder llevar a cabo la venta y compra de bienes inmuebles.
Los documentos oficiales que generalmente debemos de tener regularizados, localizables y en orden, son: acta de nacimiento, credencial electoral, pasaporte, cartilla (en su caso), licencia de manejar, acta de matrimonio o divorcio, acta de defunción de nuestros cónyuges (si es el caso), comprobantes de domicilio, cédulas profesionales y escrituras de nuestros bienes. Asimismo, hay documentos que son indispensables para ciertos trámites o procedimientos y que conviene tenerlos muy al día, pagados y en orden también: por ejemplo, en su caso, la tenencia vehicular, el predial del inmueble que habitamos o tenemos, la cédula de identificación fiscal, el RFC, el CURP, la firma electrónica, la verificación vehicular, la credencial del INAPAM, la tarjeta del Bienestar, nuestras altas o bajas del IMSS, la hoja rosa del ISSSTE y nuestro Número de Seguridad Social, en su caso.
Tanto el SAT como el Gobierno de la Ciudad de México y otras entidades, han dispuesto gran cantidad de facilidades para que los trámites de actualización y regularización de todos estos documentos puedan hacerse de manera rápida y eficiente. Muchos, de hecho, pueden realizarse en línea, así como los pagos.
Tener a la mano la documentación oficial vigente, actualizada, pagada y regularizada, sin duda nos hará los trámites de emergencia mucho más llevaderos y menos agobiantes.
Comments are closed.