Las personas adultas mayores tienen derecho a recibir los satisfactores necesarios para su atención integral y poder vivir así una vida plenamente digna. Este grupo etario es prioridad para las sociedades que han visto a su población envejecer y deben de poder proporcionarles servicios y seguridad social: salud, habitación, alimento, cuidado, diversión y entretenimiento, acompañamiento de calidad y con calidez.
Las personas adultas mayores tienen todos los derechos humanos y no pueden ser discriminadas, violentadas, maltratadas o ignoradas. El Estado, a través de sus diferentes instancias, debe ser el responsable final de que este sector pueda gozar de todos sus derechos humanos. La seguridad social de las personas adultas mayores está a cargo, sobre todo, de los programas de la Secretaría de Bienestar y del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM). Asimismo, el IMSS y el ISSSTE están a cargo directamente de la seguridad social de personas adultas mayores si les corresponde recibir una pensión, jubilación o cesantía.
Entre otros avances, en favor de las personas adultas mayores, hoy en México se pueden enlistar los centros geriátricos, estancias de día, centros de recreación, servicios turísticos, pensiones, descuentos, alimentación gratuita, servicios de salud, consultas a domicilio, apoyos en caso de asesoría jurídica y ayuda en casos de discapacidad.
La seguridad social en caso de vejez ante el IMSS se solicita al amparo del Régimen de la Ley del Seguro Social de 1973 y, para ello, se debe contar con 65 años al momento de presentar la solicitud de pensión. En los casos de cesantía por edad avanzada, si se es parte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y se tienen más de 60 años, se deben presentar los requisitos correspondientes para realizar el trámite[1].
Contacto
Óscar Javier Apáez
Abogado
X: @OscarApaez
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