En el universo cinematográfico mexicano, el cinematografista José Mario Luna García, es un personaje imprescindible. Creador gráfico, cinefotógrafo y director de documentales y animatics, Luna ha dicho que “no hay nada más perdurable que la sensación provocada por una imagen” [1].

Mario Luna fue profesor, desde hace 38 años, del CUEC, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM y la docencia era una de sus más grandes fortunas, según ha dicho[2]. De hecho, ha tenido alumnos como Emmanuel Lubezki, ganador del Óscar por mejor fotografía en 2014 (Gravedad) y 2015 (Birdman) y Alexis Zabé, ganador del Ariel por Luz silenciosa (2007) y Temporada de patos (2004).

De acuerdo con su ficha, parte de la Cátedra Bergman, “En 1976 ganó el Ariel por la dirección del cortometraje Preferencia (CUEC). Ha sido director de fotografía de los largometrajes de ficción Adiós David (1979), El costo de la vida (1989), Redondo (1986), y Los caminos de Green (1987) Su trabajo en el cine indigenista fue reconocido por el Club Nacional de Periodistas.

En televisión ha colaborado como camarógrafo de 2a. unidad para la serie Fórmula 1 para la Televisión Canadiense durante su etapa de filmación en México y en documentales para Clío México Siglo XX, entre otros[3].

También se ha desempeñado como director de los documentales Hugo C., adicto al arte (2011), No más sangre (2011), Daniel Mendoza y la fotografía estenopeica (2015, en posproducción) y Crónicas de un día estenopeico (2015), entre otros. Sobre su propia vida, en términos cinematográficos, dijo: “Curiosamente, yo me he dado cuenta, a lo largo de mi vida, que he pasado por diferentes etapas de una manera muy cinematográfica: de disolvencia. Todo ha estado lleno de transiciones, nunca fue abrupto”[4].

 

 

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[1] https://bit.ly/3AQvQL9
[2] Idem.
[3] https://bit.ly/3ZbPJWj
[4] Ibid.

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