Acorde con un apellido de abolengo intelectual en la cultura mexicana, Lourdes Pérez Gay, se ha descrito como[1]:
“Titiritera, productora y directora de teatro. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. Tras el movimiento estudiantil de 1968 crea, junto con Mariano Leyva, el grupo de teatro político Mascarones en el estado de Morelos. En 1977 funda, junto con Lucio Espíndola, la compañía Marionetas de la Esquina; actualmente se desempeña como su directora artística y productora ejecutiva. Destacan sus obras Historias en Colores de 1991 y Dibújame una vaca de 2002. En 2014 abre el Centro Cultural La Titería un recinto especializado en el arte del títere. La Asociación de Críticos y Periodistas de México premió su trayectoria artística en 2018. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores Artísticos.”
En el medio es conocida por su talento y creatividad. La han homenajeado en el teatro El Milagro sus propios colegas, lo que le provoca mucho orgullo. Ella, según ha dicho en entrevistas audiovisuales[2], está confiada en que mediante el teatro se puede contactar con un público para acercarle a una realidad que puede ser mejor de la que se tiene. Cuando esa premisa la extrapoló a las y los niños, a las infancias, le encantó la posibilidad de hacer teatro para ellas. Suele decir que cuando entró en contacto con los títeres de Espíndola se enamoró “del títere, del titiritero y del oficio”. Las infancias le encantan por su capacidad simpática y extrovertida. Para Pérez Gay es un éxito lograr no la carcajada sino el silencio entre las audiencias de infancias. Le atrae la posibilidad de que mediante las obras escuchen su voz y se resistan a la obediencia en la que su punto de vista no existe. Asegura que busca que mediante sus obras las infancias tengan la oportunidad de jugar, de crear y de expresar sus iniciativas.
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