Cineasta, productor, diplomático, docente
Ignacio Durán Loera, egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM, trabajó durante varios años como abogado laboral. Al darse cuenta de que no era su vocación, decidió estudiar Cine en Londres, donde obtuvo la maestría en Cinematografía por la London Film School (1970 y 1972). A partir de ahí toda su vida ha estado dedicada al cine y a la producción televisiva.
Trabajó en la BBC e ITV, en programas de carácter documental. Realizó documentales para Canal 13, como “Al Final del Siglo XX”, donde fue director, productor y guionista. Fue subdirector general del Instituto Nacional Bellas Artes en la presidencia de López Portillo, pugnando siempre por un acercamiento y respeto hacia el arte y la cultura. Posteriormente vivió en Estocolmo, Suecia, donde conoció a Ingmar Bergman, guionista y director de teatro y cine sueco, considerado uno de los directores de cine clave de la segunda mitad del siglo XX.
Años más tarde se encargó de la Unidad de Televisión Educativa y Cultural, la Telesecundaria que dependía de la SEP, donde se concentró en la realización de las guías, los guiones, vinculando el aspecto más importante: la educación. Tras ocupar cargos diplomáticos como Ministro de Asuntos Culturales en las Embajadas de Suecia, Gran Bretaña y Estados Unidos de América, regresó para hacerse cargo del Instituto Mexicano de Cinematografía durante seis años. Trabajó en Televisión Azteca como Encargado de asuntos internacionales, lo que le ha llevado a tener una amplia experiencia en el área diplomática.
Durán es una de las personalidades clave en la historia del cine mexicano reciente. Productor de varias películas y cortometrajes, versado crítico en materia fílmica y testigo de la evolución de la cinematografía desde sus realizadores y directores más reconocidos, su narrativa y su agudo análisis de eventos y obras cinematográficas son sellos distintivos de una pasión por este arte y su relación con la cultura mexicana.
A partir de la década de los noventa, con Ignacio Durán –quien tenía un entendimiento con la comunidad cinematográfica al frente de IMCINE– hubo un cambio con el ingreso de nuevos cineastas. El cine mexicano se fue encauzando hacia otras vías. Ignacio Durán, buscó aumentar la producción y proyectar en los mercados internacionales el llamado “nuevo cine mexicano”, relevando en 1990 a la generación de directores (Ripstein, Fons, Cazals, Hermosillo, entre otros) que en los años 70 se distanciaron de las temáticas del cine clásico. Duran, importante promotor de nuestro cine en el extranjero, ha señalado que existen cinco obras clave para hacer una lectura de la evolución de la conciencia urbana y del cambio social y cultural en nuestro país a través del cine: “María Candelaria”, “Los olvidados”, “Los Caifanes”, “Salón México”, “Sólo con tu pareja” y “Amores perros”.
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